miércoles, 10 de agosto de 2016

Máquinas de pensar


Máquinas de pensar
CONFERENCIA DEL SEÑOR  ROBERTO RUGGIERO
en you tube, desde aquí

Con referencia al carácter, tema sumamente importante en verdad, es en ese sentido en que tenemos enfocado el tema de hoy, es el gran problema humano.
En realidad lo que cada ser es, realmente es desconocido para si mismo. Hay un ejemplo para tener en cuenta que va a ilustrar mejor este aspecto. “Si una persona no percibe que delante de él hay un profundo pozo y cae en el, comienza a lamentarse pues está todo oscuro y a pesar de los esfuerzos que hace no puede salir, luego de inútiles tentativas comienza a orar, pide ayuda siempre mirando para abajo y lamentándose clama tanto que alguien que pasa se detiene para ayudarlo, la persona quiere auxiliarlo y hace todos los esfuerzos posibles, pero el que está dentro del pozo no percibe que lo quieren ayudar pues está demasiado ocupado en sus lamento; le tiran una cuerda para que se trepe por ella y salga al exterior, pero tampoco la ve”. ¿Qué creen que está pasando a nuestro alrededor?. Problemas que son reales y que no vemos la ayuda que nos quieren dar. Hay una palabra muy de moda inglesa: “STRESS” que significa la inquietud del momento actual por las angustias que está viviendo la humanidad.
Asómbrense, está dispuesto desde los cielos que esto sea así, porque la humanidad, pasan los siglos y sigue sin realmente buscar soluciones superiores. Está así dispuesto para acelerar el proceso de superación.
Las necesidades que hacen el procurarse de abrigo, alimento y demás, que son totalmente físicas, (un materialismo que llegó al clímax), todo nos hace olvidad que somos humanos y no miramos para arriba, no vemos la ayuda que se nos brinda.
Entonces ¿qué queremos con un tema espiritual?. Con un tema espiritual sin dejar de cumplir nuestras obligaciones y deberes debemos crecer en notas de valor interno más elevado procurando aumentar nuestra economía espiritual.
Citando el principio del Génesis, donde el hombre come del árbol del conocimiento sin estar preparado para ello, y el final del Génesis, la feliz solución que se espera que alcancemos, con el tiempo para plantear el problema humano que al comer del árbol por medio de la experiencia adquirimos el conocimiento, pero como todavía no desarrollamos la capacidad de distinguir lo que realmente persigue la familia humana. Seguimos a veces senderos equivocados y eso es la lección, equivocándonos comprendemos. Lamentamos enormemente los problemas que enfrentamos pero no hay otra forma de aprender más que pasando por la experiencia y corrigiéndonos. Ahora, ¿es el único camino?. Si lo hay, cuando somos más sabios, cuando podemos observar y aprender de la experiencia de los demás. El mundo está pletórico de los problemas más diversos, por la observación y el discernimiento evitemos estos problemas. Cuando enfrenten un problema busquen siempre la segunda solución, la solución adecuada que no buscó el hombre del pozo quien, si hubiera levantado la cabeza, sus ojos hubieran visto la soga. No nos limitemos a nosotros mismos sin buscar las soluciones que están en todos nosotros pues Dios está en todos. Vivamos de forma que haya armonía entre lo superior y nosotros. Existe en nosotros lo superior, en todos nosotros, a veces está adormecido, busquemos entonces la nota pues Dios no dio a nadie más, y menos a otros. La diversidad de seres la producimos nosotros mismos. El que logra elevar esa nota consigue adelantar. Estamos mostrando las leyes que guían la evolución, estamos dando los medio para que cada uno alcance estos medios por si mismo. Sufrimos por cada uno, nos sentimos acompañándolos y sintiéndolos en los esfuerzos de cada uno y cuando se acelera el desenvolvimiento, la Ley de Consecuencia deja de actuar. Esta es una Ley social, no es un castigo, no es un bien del mundo común pero si es del mundo espiritual que procura darle a cada uno lo que corresponde para su mejor desenvolvimiento. Es una medida tomada por Jehová, el Director de la humanidad. Fue la única solución que encontró, la Ley de Consecuencia que repetimos, es una ley social pero no es de la Tierra. Si el habitante de la tierra no acierta en su actuar va recibiendo algunas palmaditas, no como castigo sino como ayuda para que cada uno reflexione y llegue a la meta.
El principio divino está opacado por el desorden del mundo, por nuestra conducta es con dolor que se expresa esta realidad no es método la dureza (como lo intentó Calvino en su época), nos expresamos con el deseo de llegar profundamente a ustedes porque tenemos un secreto: no nos consideramos separados. Es un verdadero espejismo el de los seres separados, existe si un cuerpo individual pero es para que cada uno llegue a hacer su propio esfuerzo para un bien común y una vez que todos lleguen a desenvolverse, la humanidad verá que todos somos uno.
En nuestra situación de seres terrenos con vehículos físicos, supeditados a presiones materiales, no vemos ciertas realidades, eso sólo lo llega a ver alguien que tenga cierto grado de iniciación. Lo que se adquiere con mucho esfuerzo y conducta y que llegará a todos sin excepción a través del tiempo, poderes que hoy no los sabríamos utilizar en la forma correcta, pero a medida que el ser va demostrando que es capaz de usarlos para bien, los poderes le son dados, uno a uno. Todos podremos legar con sólo elevar nuestra mirada a los cielos.
Sin perder el yo o confundirse en una humanidad, esa es la mirada que hay que elevar a los cielos. Tenemos que ir cultivándolo en nuestro interior, dentro de nuestro corazón, que es la morada del sentimiento, el amigo que tenemos, y no en nuestra mente que aunque es capaz de razonar, es todavía semejante a una máquina electrónica y no siente. El factor humano que nos aproxima unos a otros es el corazón.
Los seres estamos fracasando al transformarnos en máquinas de pensar y dejando de lado el sentir. No es que juzguemos mal el pensamiento sólo hacemos una distinción entre el pensamiento frío del pensamiento con sentimiento. Este pensamiento frío producto de nuestra mente únicamente, produce tales trastornos en la criatura de hoy, que a veces nos desconocemos nosotros mismos.
Las máquinas comunes las reparamos y ajustamos ¿qué hacemos con nuestros vehículos internos que usamos continuamente? Somos malos técnicos, aquí entra la educación espiritual, esos vehículos precisan cuidados. Nosotros imaginamos y sabemos de facultades superiores y pensar que las vamos a alcanzar no nos cuesta, por lo que hacemos un plan que, al intentar cumplirlo comprobamos que no somos capaces. Aquí radica la enseñanza, no puede estar nuestra mente fuera de nuestra dirección como si fuera de otro, nuestros pensamientos nos pertenecen, estamos de acuerdo entonces a lo dispuesto? Veremos que no. Tenemos que trabajar en este sentido lo que entendemos que no es fácil. El pulir nuestra mente para dirigirla con todo cuidado es una tarea digna que merecemos hacerla en todos los momentos del día y de la noche. La mente está siempre trabajando, nunca se detiene y está a nuestra entera disposición en todo momento, como medio tenemos que educarle para que nos sirva ella a nosotros y no que estemos nosotros a su entera disposición. Esto no es sencillo, tenemos la mente como medio de desenvolver el razonamiento y nos pertenece en la medida en que dirigimos nuestra mente. Nosotros dirigidos por este proceder mecánico, sin sentimiento guiados por nuestros anhelos pero con el pensamiento de imposición de nuestra mente creemos en la ilusión de la separatividad que nuestros ojos nos transmiten, comencemos entonces a sentir en una medida más real, consigamos olvidar esta ilusión y sintamos al prójimo, sin aislarnos. Comencemos a hacer este ejercicio que se llama: DEJAR DE SER EGOÍSTA.
El ser del principio pensaba sólo en él, estaba aislado, sintamos a los demás, en una nueva velocidad en el andar, en un algo que nos va a hacer elevar una nota superior (nota de amor). Nota celestial que es lo que mueve las esferas, el amor no existe en la Tierra pero está a nuestro alrededor.
Cada uno tiene que ser y decidir por uno mismo pero pensando siempre en que somos todos uno. Pensar a través del sentimiento. Cada uno tiene el suyo propio y el cuerpo de deseos se alimenta con los sentimientos, es tan noble que si somos capaces de sentir noblemente, nos impele en el sentido que nosotros queremos. Si queremos sentir bien, ese elemento nos envuelve y nos hace actuar en ese sentido.
Tenemos aún un tercer  y cuarto  Cuerpos, el vital, que es el motor del cuerpo y la nafta vendría a ser el cuerpo de deseos (la parte eléctrica sería entonces el cuerpo vital, que vitaliza). Este cuerpo vital no funciona porque hay un arquetipo que funcionan en forma rítmica pero podemos colaborar ayudándolo o perjudicándolo, entonces necesitamos imprimir condiciones normales y no excesos para no desequilibrarlo y que se desajuste por ello. Cuando esto sucede se transforma en enfermedades pues el cuerpo físico responde estrictamente al cuerpo vital.
Todavía las acciones, el desenvolvimiento de nuestro hacer dependen de nuestro cuerpo físico que es sólo uno de los cuatro de que disponemos.
En el principio se pasó a conocer sin la preparación necesaria (se tomaron los frutos del árbol del conocimiento) y dio como resultado una serie de desajustes que son nuestras responsabilidades en el conjunto humano. Es exactamente igual para todos. Por ello es que la Ley de Consecuencia fue creada, para que fuera posible el activar a un mayor número de seres. La falta de acierto obliga a apresurar la venida a la Tierra para aprender, pues en los cielos no se aprende. Debemos venir aquí para aprender, para volver un día a los cielos con la capacidad de aprender.
Vamos a ir alcanzando ese mejoramiento de acuerdo a nuestros esfuerzos. Al final del Apocalipsis, San Juan, (llamado el divino) que como maestro habla para maestros, habla de una humanidad que ya en ropas blancas está en los cielos y que se acerca al trono de Dios porque al final alcanzó su destino.
Por lo tanto no nos resignemos con la cabeza para abajo, miremos a los cielos y comencemos a subir; para ser bien guiados, demostremos en el actuar un equilibrio. En nuestras palabras se traduce en un deseo de que todos adelanten, el mundo es para hacer el bien. Mediten, con Dios que les inspira para progresar y ser cada vez mejores y pasar así por la vida victoriosamente y retornar a los cielos como verdaderos triunfadores.

28 de junio de 1979
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