lunes, 15 de agosto de 2016

Día de Oración Efesios III: 14-21


DÍA DE ORACIÓN EFESIOS III: 14 – 21.
CONFERENCIA DEL SR. ROBERTO RUGGIERO.

Creemos que San Pablo haya sido una de las voces más poderosas que ya el mundo oyó, comprendiendo que él hizo frente a una realidad dolorosa: la oposición de todos los antiguos amigos de él, pero persistió hasta que un día, en un camino de Roma él se inclinó y un soldado lo decapitó. Ya tenía más de setenta años. Había estado durante más de treinta años predicando el nuevo evangelio y soportando toda clase de ataques, como vosotros recordarán. Él fue de los que recibió hasta cinco veces 39 azotes menos uno, porque no querían que perdiera la vida; querían que él desistiera y como el 40 era mortal evitaban de darle el último; lo martirizaban con 39 azotes que lo dejaban completamente aniquilado. Sin embargo persistió. Recuerden que una vez lo pusieron en un saco de cuero y lo tiraron al mar, como él tenía que seguir la prédica, cristianos los que estaban a la expectativa lo sacaron y lo salvaron a tiempo. Esto hasta el fin. Pero él habló, habló y siempre fue un ejemplo. Todavía, en los momentos de mayor dolor y angustia pidió al Cristo, (porque era humano), que terminara con su padecimiento. El Cristo le dijo: “Todavía me justificarás” en Roma. Él no había llegado aún a la ciudad Santa.
Pero, cuando tuvo la revelación en el camino de Damasco, y que perdió la vista con la luz que lo cegó, cuando la recuperó él fue preparado. Lo que no se dice es que él fue llevado a los Cielos y se le mostró, en los planos internos, la obra que el Cristo iba a realizar para salvar a la humanidad de la Tierra. Así que el vió, no era simplemente una creencia, él sabía de qué se trataba. Así que el habló y habló, con la finalidad de explicar, los Efesios, él habla de anchura, de longitud, de profundidad, de altura: no sabe cómo más expresarse. Pero dice que lleguemos a sentir en nuestro corazón al Cristo por la fe y que vivamos “pletóricos de Dios”; porque él soportó todo lo que soportó, porque él sabía vivir en Dios!.
Estos estados en San Pablo no son estados improvisados. Se puede decir, se puede opinar que cualquiera que tenga la revelación que él tuvo se transforma. No es bien así. Él no cambió lo que era; él vino a esta existencia de Pablo de Tarso ya hecho por méritos de vidas anteriores. Cuando nosotros decimos a través de la Enseñanza “hagan ahora porque mañana volverán en otras condiciones”. Pueden venir algún día como San Pablo si ahora se preparan. Alguien hoy nos dijo lo que estoy padeciendo ¿es por culpa de esta vida o de la vida anterior? Observen bien: ¿qué diferencia hay, antes o ahora? Si lo que importa es desde.

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