viernes, 26 de agosto de 2016

El Nuevo Pueblo Elegido


“SANTUARIO ROSACRUZ”
Max Heindel

Fundador Roberto Ruggiero Grimaldi
Casilla de Correo 20071 – UPAEP
E-mail: juanrezzano99yahoo.com.ar
http://santuariorosacruz.tripod.com
MONTEVIDEO – URUGUAY

Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.

El Nuevo Pueblo Elegido

Cuando la Biblia habla de “Pueblo Elegido”, no se refiere a un hecho pasado y sin trascendencia para nosotros. La Biblia se refiere a hechos permanentes, y éste es un hecho permanente.
Veamos por qué.
Observemos el proceso que un niñito tiene en su gestación.
Para comprenderlo es importante destacar que, para todos los hechos que significan un verdadero crecimiento, siempre, y para cada nueva etapa, se realiza una recapitulación. El proceso que sigue la humanidad es tan serio y tan cuidadoso que nunca improvisa. Para todo nuevo acontecimiento trascendente se tiene que pasar por una recapitulación de lo ya realizado, para comenzar una nueva vuelta de la espiral habiendo conformado lo ya realizado.
Y un niñito en gestación, con la cabecita hacia adentro en el seno de la madre, es la perfecta imagen de un estado ya pasado por la humanidad. Antes de que la figura humana tuviera posición vertical, era apenas un saco.
Importa insistir en que todo es evolución: todo es proceso; en que nunca hubo un “Ábrete Sésamo” repentino que haya creado las cosas abruptamente, sino que siempre se siguió un proceso muy lento y formativo.
Por eso, cuando nosotros citamos: la Época Lemúrica fue la época en que se despertó por primera vez conciencia para el mundo físico, lo hacemos porque hay que enterarse del pasado para comprender todo lo que la situación presente tiene de nuevas exigencias. A mediados de la Época Lemúrica se experimentó por primera vez dividir el cuerpo de deseos de la naciente humanidad en dos partes, superior e inferior, para dar lugar al despertar de la conciencia.
El cuerpo de deseos es algo que está en la constitución íntima de cada uno. Es el que regula los impulsos y regula los deseos. Si no hay cabida para un deseo superior, no se despierta la conciencia humana.
Si miramos a los ojos de los grandes antropoides que existen en nuestro planeta – pitecos, monos antropomorfos sin cola descubiertos por el zoólogo francés M. Dubois, en la isla de Java – veremos que son casi humanos. Pero no tienen mente. Pertenecen al grupo humano, pero no consiguieron dividir el cuerpo de deseos, y quedaron en cuerpos que fueron degenerando. La ciencia cree que forman parte del reino animal: no es así. Forman parte de nuestro grupo. No están aún definitivamente perdidos porque, finalizando la Revolución del presente Período, en la próxima Revolución, o sea a mediados de la quinta, se hará un nuevo intento para que se integren. Entonces podrán seguir la evolución normalmente, aunque atrasados.
Estas son etapas del desenvolvimiento humano, y la Época Lemúrica muestra que, iniciada esa división con éxito en la mayoría, se dividió también el poder creador para que una mitad posibilitara el crecimiento de la laringe y de la mente humana; así nació el individuo con mente, masculino y femenino: surgieron por primera vez los sexos.
Como vemos, la Época Lemúrica es de trascendental importancia; es el punto de partida. Hasta ese entonces, el desenvolvimiento había sido totalmente inconsciente. A partir de entonces, empezó a despertar paulatinamente la conciencia.
Masculino y femenino es una cualidad el alma.
El alma humana es masculina y es femenina. En sí misma, el alma humana contiene las dos naturalezas. Y al dividirse la humanidad en dos sexos, uno de ellos desenvolvió particularmente la voluntad, y el otro desenvolvió particularmente la imaginación.
Y esto es posible porque el alma humana contiene, como decimos, las dos naturalezas.
Este es el punto de partida de una humanidad que fue enseñada con todo cuidado por instructores divinos que, visibles, arengaron a los humanos y les explicaron que conduciéndose de acuerdo a la ley, obedeciendo las enseñanzas que se les daban, adquirirían plena sabiduría, como ellos mismos la poseían. Tales mensajeros divinos – estos sí – eran extraterrestres que visitaron de hecho, la Tierra. Venus y Mercurio dieron su apoyo a la humanidad.
Estando en una etapa mucho más adelantada, parte de ellos se ofreció a dar la ayuda inicial, y lo hicieron en forma magnífica: son los que instruyeron al hombre en todos los conocimientos y artes humanos básicos.
La humanidad tiene ese punto de partida. Siguió luego un proceso de voluntad independiente, desobedeciendo la tutela, y en el acierto y desacierto se fueron procesando circunstancias que hicieron las características de la humanidad de hoy.
Realizado el primer desenvolvimiento humano, para que la humanidad tuviera nuevas posibilidades en una época que seguiría a la lemúrica, hubo un primer pueblo elegido, el que sirvió de base a las siete razas atlantes que iban a sucederlo.
El continente lemúrico desapareció para dar lugar al continente atlántico – el cual es un hecho histórico – en el que se desenvolvieron las siete diferentes razas que sirvieron a su vez de base para el desenvolvimiento futuro.
Esas razas son conocidas. Dejaron sus anales en la “Memoria de la Naturaleza”, y quienes pueden leer en ella saben que en una primera raza, la Rmohals, que fue la primera que se fue desenvolviendo en el ex continente atlántico, los individuos comenzaron, no ya a entenderse unos a otros solamente por medio de sonidos guturales como hacían los lemúricos, sino que comenzaron el proceso de la palabra formada. Esta primer raza es la que dio lugar a la expresión hablada: a ellos se les debe.
Rudimentariamente, pero usaron la palabra por primera vez, y en forma sagrada. Nunca hablaban nimiedades; éste es un problema de nuestra época. Empleaban la palabra como un hecho sagrado, porque partía de la laringe, y recordemos que la laringe humana tiene como fundamento un principio creador que no respetamos en los momentos actuales: la laringe se formó por la división del poder creador.
La laringe, como expresamos, es consecuencia de la división del poder creador primitivo que, al posibilitar la posición vertical del ser humano, le permitió emitir su palabra. Los Rmoahals son los que primero comenzaron a desenvolverla.
La sucesión de razas siguientes, es conocida. Hoy no se estudian porque pertenecen a un pasado un tanto antiguo. Pero los clarividentes, los que realmente están en condiciones de leer en la “Memoria de la Naturaleza” afirman que esta raza fue la primera.
Seis razas le sucedieron, cada una tomando una modalidad más adelantada.
Los Tlavatlis, que sucedieron inmediatamente a los Rmoahals, son los que ya tuvieron el sentimiento más humano de querer hacerse notar. Como en ese momento no se tenía ninguna experiencia, el que realizaba algún hecho notable reclamaba destacarse sobre los demás. Este fue el principio del querer valorar, o hacer valorizar los hechos que se realizaban. Este ya fue un principio de una cierta deformación primera, porque no se siguió el plan de obediencia enseñado, sino que se siguió un sistema de libre desenvolvimiento, de uso y abuso de fuerzas creadoras que fueron dando una tendencia pasional, y el principio de una deformación.
Estamos hablando de hechos históricos que nos explican hechos actuales y nos van alertando acerca de lo que no debemos hacer hoy.
No estamos formulando exigencias. Queremos solamente hacer una exposición, con un cierto cuidado, para que en estos momentos valoricen la enorme posibilidad que tienen.
Pero continuemos con las razas atlantes. A los Tlavatlis siguieron los Toltecas, que hicieron el mérito de dar la Iniciación a los que más se destacaban entre ellos, les dieron la posición de dirigentes. Es el principio de la realeza. Esta, es sus orígenes, tuvo virtudes: los que hubiesen hecho ciertos méritos iniciáticos eran elegidos, y pasaban a ser los dirigentes. Lo que sucedió luego es que la arrogancia, la avaricia, hicieron su proceso. Se produjo una degeneración, y si bien en un principio fueron elegidos por mejores, los que les sucedieron dejaron de serlo. Hoy, este sistema está desapareciendo del mundo, para dar lugar a otros métodos de gobierno más modernos, más justos y más generales.
En todo caso, se debe a los Toltecas el inicio de la realeza en el mundo, la que se dio en las condiciones expresadas.
Los sucedieron los Turanios, que degeneraron el poder. El que conseguía dominio sobre los demás, exageraba su mando, abusando de él, lo que dio lugar a una situación cada vez más oprimente y arbitraria.
Más tarde, los siguieron los Semitas, y hemos llegado al punto al que deseamos referirnos.
En su proceso, los Semitas desenvolvieron la inteligencia al grado de percibir que el pensamiento – o la mente – era más fuerte que el músculo o la fuerza física. Ese fue un mérito y un principio que se debe a los antiguos Semitas, de la Época Atlante.
Les siguieron Acadios y Mongoles, dos últimas razas atlantes que no siguieron un proceso inteligente conveniente, degeneraron y no fueron útiles al proceso.
Y, en las postrimerías de la Época Atlante, cuando se debía volver a elegir al pueblo – o a aquella parte de la humanidad en mejores condiciones de servir de simiente a las próximas razas, las que serían necesarias en la siguiente Época Aria -, fueron elegidos los Semitas. Ese es su mérito: el haber sido elegidos. Así, cuando la Biblia habla del pueblo elegido, se refiere a los antiguos Semitas.
En la época, para servir de base a las futuras razas, se invitó a los Semitas a unirse dentro de la raza y no fuera de ella, y así se formarían las bases para las actuales; los que obedecieron, fueron trasladados hacia el Este, y en una altiplanicie, hoy conocida como el Desierto de Gobi, fueron concentrados para servir a la finalidad para la que habían sido elegidos.
Algunos se dejaron tentar y se unieron a otras razas, y de esa forma no todos siguieron el plan.
¿Cuál es la razón por la que se ha explicado lo que antecede? ¿Cuál es el por qué de este tema?
El momento actual es época netamente Aria, en que se dejó atrás todo este pasado, en que las condiciones atmosféricas son claras, en que la conciencia humana está cada vez más activa, en que hemos entrado en un desenvolvimiento mayor y más completo.
Y esto, dicho sin duda ninguna: no se califique el momento actual de atraso porque se está cometiendo una injusticia; nunca la civilización llegó al grado del presente. Que no es perfecta, lo sabemos, pero difiere mucho del pasado; en todo caso, hoy vamos teniendo nociones cada vez más precisas de nuestra responsabilidad.
La primer raza Aria se dirigió al sur de la India. No todos los Hindúes son orientales: especialmente al sur, hay un grupo hindú netamente ariano. Fue el primero.
El segundo grupo, Babilonio-Asirio-Caldeo, agrupa el Asia Menor.
El tercer grupo, Perso-Greco-Latino, hoy está integrado principalmente por los actuales habitantes del sur de Europa, de quienes, generalmente, nosotros somos descendientes.
Los Celtas, y los Teutónico-Anglo-Sajones, están completando los grupos de razas actuales, que se complementarán en el futuro con dos grupos más que se están formando.
Pero esta época – solamente esta época – ya tiene un millón de años. (¡Si será antigua la humanidad!) En estas condiciones de atmósfera totalmente clara y seca, la humanidad ya tiene un millón de años. Tomemos en cuenta las épocas o las dimensiones de las etapas para constatar lo que es el proceso de crecimiento anímico, para constatar su lentitud, provocada por la ausencia del interés necesario. No se ha despertado suficientemente el interés por el crecimiento anímico.
Jehová tuvo que incentivar el cuerpo de deseos para que la humanidad, en la actividad, desenvolviera cualidades. Pero la Biblia expresa, y lo hace en forma precisa: “Arrepintióse Jehová de haber hecho al hombre en la Tierra y pesóle en el corazón”.
Es decir que la evolución, al hacerse lenta, dejó su huella en aquellos responsables como Jehová, el Espíritu Santo, que continúa siendo dirigente.
Aunque hay otro dirigente que ya está tomando su lugar para salvar a la humanidad, los principios antiguos aún están rigiendo.
Los principios que estableció Jehová son los correspondientes a la Ley de Consecuencia.
Esta distinción entre los directores de la humanidad está marcada también en la Biblia. El Antiguo Testamento se diferencia del nuevo en que todas las Religiones de Raza del pasado, creadas por Jehová para incentivar a los pueblos de entonces, establecieron que, de acuerdo a lo que se hacía, se recogería de inmediato. Era la Ley del Talión: diente por diente; el que la hace, la paga.
Recordemos las amenazas de epidemias, de conflictos, de trastornos. Fue el único medio que encontró Jehová para educar a una humanidad que se tornaba cada vez más rebelde.
El Nuevo Testamento se diferencia porque fue preciso en el esquema introducir una Salvador. El Salvador fue una necesidad.
Un ser capaz de modificar, con su sacrificio, situaciones que estaban cristalizando. El libre albedrío humano, no bien usado, fue creando condiciones adversas para la evolución. La Tierra se estaba empobreciendo espiritualmente. Se estaba tornando inadecuada, y un ser glorioso, inmediato superior a Jehová, se ofrece en Sacrificio a venir a ayudar. Este es el Cristo, el Hijo de Dios. No es la caricatura del hijo del carpintero que se conoce popularmente – imágenes que se hacen para una comprensión limitada – sino un gigante espiritual capaz de cambiar, con su capacidad, las condiciones espirituales de nuestro planeta, como lo viene haciendo el Cristo.
Pero entonces, al dejar una nueva enseñanza, la da con principios diferentes. Ya albergando la esperanza de, con su trabajo, modificar la condición humana, promete perdón a todos. No más Ley del Talión. No más revanchas. No más desquites. No más Consecuencia, si esta humanidad que Él quiere y espera y ve agigantarse en su imaginación, responde a su llamado. Entonces, ya no más Consecuencia; no más pasado: un nuevo desenvolvimiento dentro de la Verdad, dentro de lo que han aprendido, dentro de lo que es útil, de lo que es verdadero. Eso es el Cristo y eso es el Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento es distinto porque es una nueva esperanza para todos: Perdón, supeditado apenas a un cambio que es necesario realizar: servirnos unos a los otros, no como si estuviéramos realizando un hecho excepcional, sino porque es correcto, porque es un derivado de la realidad. Y la realidad es que componemos unidades de un mismo conjunto con una misma finalidad. ¿Por qué separarnos? ¿Por qué no ir todos juntos? Esta es la invitación del Cristo.
Cuando se dice que el Cristo vino a establecer la fraternidad, vino a decirnos eso: - Amigos – porque Él nos trató de amigos - vayan por el camino unidos y definitivamente, y ese camino les abrirá nuevos horizontes, más completos y más verdaderos.
Aquí radica la diferencia entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo enseña por Ley de Consecuencia: corrige para que el ser se modifique. El Nuevo está lleno de esperanza, como dijimos, de un camino humano. Cambiando los seres humanos por una imposición interna, nueva, que le dicta el deber de bien hacer, merece un olvido definitivo de lo que puede haber sido su error en el pasado.
Estas son nuestras posibilidades presentes.
Pero queda pendiente el tema central de esta exposición: el Pueblo Elegido.
No es la Época Aria el momento que pueda concretar todas las posibilidades humanas. Se ha desenvuelto la humanidad, sí, en determinado grado conciencia, y se hace un esfuerzo final que le abrirá las posibilidades finales en una nueva época de iluminación definitiva, en la cual la división de los sexos, que fue temporal, terminará.
Observemos que el estado hermafrodita primero dio lugar a la separación de los sexos, hecho transitorio que tendrá su culminación cuando cumpla completamente sus finalidades, y entonces volverá cada uno a ser una unidad completa en sí mismo.
De tal época, estamos comprobando su adelanto a través de lo expresado. Y para explicar cómo se sentará su base para el futuro, debemos volver al punto del pueblo elegido.
Se elegirán los que se pongan en condiciones.
Entonces, ésta es la gran cuestión inmediata de la humanidad de hoy: ponerse o no en condiciones de ser elegido; adelantar, o quedar estacionado.
Se dice, en las Escuelas de Misterios, que la Humanidad de día está semi-dormida, y en la noche está semi-despierta. Esto es una realidad, porque de día no estamos despiertos totalmente a la realidad, a la finalidad por la cual hemos vuelto a la Tierra.
Si se observan las vidas humanas que llegan a edad muy avanzada, con un cuerpo ya muy desgastado y que no responde, se repara en un cansancio mortal, y la persona parte ya acabada. Sin embargo, todos vuelven. ¿Por qué? Porque se renuevan las aspiraciones. Nos damos cuenta, en los mundos invisibles, de otras necesidades a las cuales aún no alcanzamos. Y entonces, se vuelve.
Pero se vuelve para aprovechar el tiempo. Y si a esto agregamos lo que acabamos de anotar, que estamos semi-dormidos ...
Constatemos que no aprovechamos debidamente la oportunidad.
Y en la noche, estamos semi-despiertos porque no siempre se recuerda lo hecho en el correr de la misma, y cuando lo logramos, recordamos vagamente. Esto significa que no estamos totalmente despiertos en la noche: se está semi-despierto.
Con esta explicación procuramos despertar o cultivar otra disposición, otras ansias. Se procura, ya que se vivieron épocas de tantos contrastes que formaron el mundo de hoy, de que seamos capaces de no aceptar más esa situación, y de que busquemos en nosotros mismos esas reservas divinas notables que hacen a un ser humano diferente de los demás reinos más jóvenes en la evolución.
Justifiquemos nuestra disposición de humanos. Tenemos ejemplos: grandes seres se manifestaron como genios y como Santos.
Refiriéndonos aún al Antiguo Testamento, es notable cuando Jehová dice que Job es un ser excepcionalmente recto y justo, poniéndonos un ejemplo. ¿Por qué no imitar estos ejemplos? ¿Por qué no decidimos una actitud más de acuerdo a las ansias que nos trajeron a la nueva existencia.
Repetimos que la era que estamos viviendo ya tiene un millón de años. Estamos dejando transcurrir el tiempo avanzando demasiado lentamente: no estamos reaccionando. Aún somos atraídos por lo que no es adelanto espiritual. Busquemos realidades y no aceptemos el quedar relegados.
Tenemos ejemplos en la Tierra. Los grupos humanos no son uniformes, y afirmando esto no estamos inferiorizando a nadie, porque todos los seres humanos somos iguales en Dios. Pero no todos hicieron los mismos esfuerzos o méritos. Sin embargo afirmamos, con mayor decisión aún, para que se imprima en todas las mentes: ¡no más desigualdades entre los seres humanos!
Demostraremos nuestros orígenes divinos cuando sepamos tratarnos todos por igual, y, hermanados en un mismo esfuerzo, vayamos decididamente unidos dentro de los principios verdaderos. Es la finalidad y la esperanza por las cuales expresamos estas palabras. El Pueblo Elegido somos nosotros mismos, ahora y en este momento, si nos decidimos, porque la decisión de seguir definitivamente por el camino cierto son los méritos que hay que hacer para formar la base de una raza futura, definitiva, que será la última expresión en la Tierra de grupos raciales.
Los grupos raciales, que en total son dieciséis, se llaman en el lenguaje espiritualista “los dieciséis senderos de destrucción”, porque destruyen lo que no sirve de naturaleza inferior, por medio de la experiencia y el sufrimiento.
Y esto es así porque cada raza cumple un propósito. Las razas no son formadas por los seres humanos: son formadas en los Cielos con el fin de que cada una represente un paso adelante y sirva para destruir y eliminar definitivamente lo que no es útil. Por eso son llamadas “dieciséis senderos de destrucción”. La expresión es exactamente la que corresponde. Cada raza tiene su exigencia y va puliendo al ser. Cada uno de nosotros debe enfrentar cambios sucesivos. El ser primitivo, encorvado, con cierta semejanza con una bolsa – que es el feto humano – fue dando lugar a una criatura que se enderezó y que comenzó a usar paulatinamente cinco sentidos, que hoy se tienen en completo desenvolvimiento. Pero los cinco sentidos son el principio de la conciencia humano. Hay dos sentidos más en desenvolvimiento para el futuro.
Nuestra preocupación es que los dos sentidos que están latentes en todos los seres humanos, pero que ya los más adelantados consiguieron desenvolver, puedan desenvolverse en todos.
Existe un proceso. Cuando hablamos de los cambios, cuando hablamos del esfuerzo de todos los momentos, de todas las horas, de todos los días, lo hacemos porque en ese esfuerzo se acumula algo en el ser humano. El cuerpo vital está vitalizando el cuerpo denso. Sus éteres más densos cumplen la finalidad de mantener vivo el organismo. Entretando sus dos éteres superiores están acumulándose para servir de base a las facultades superiores, a sentidos que se han de desenvolver si saben cultivarse por medio de la perseverancia. De la perseverancia aplicada al actuar. Es decir, no actuar en determinados momentos de forma excepcional, y en otros momentos olvidarnos y dejarnos llevar por circunstancias inferiores, porque eso destruye lo realizado. Si persistimos en el bien obrar, si nuestro desenvolvimiento es como un ansia uniforme, cuidadosa, permanente, los dos éteres superiores – luminoso y reflector – se van acumulando, van creciendo y nos dan las facultades que todo espiritualista, sabiendo que es una promesa para la humanidad, quiere desenvolver. Y finalmente, las quiere desenvolver en forma rápida, repentina: pero es un proceso, un proceso acumulativo. Tiene que perseverarse para que el éter luminoso, que tiene la particularidad de ampliar los sentidos humanos, abra la visión de los mundos celestes. Esa es la conquista, la sexta rosa que está esperando a todos, y la consecuencia de la perseverancia en el bien actuar, en el bien actuar permanente, persistente, con éxito. Por su parte, el éter reflector es el que refleja la memoria de lo que hacemos ahora en el mundo físico, y en los mundos invisibles por la noche, aunque en este caso no tengamos la facultad de recordar porque el éter reflector no se acumuló en la cantidad necesaria, no habrá día y noche: habrá una vida permanentemente activa.
Se debe estar atento a las claves que damos, a soluciones finales para un adelanto completo, para hacer los méritos de ser ese pueblo elegido, que está esperando formarse con aquellos que hagan los esfuerzos que corresponden.
A veces nos detenemos a puntualizar, y con cierta severidad, ciertos desenvolvimientos que ya no corresponden. Lo hacemos con el afán de que no se pierda el tiempo. En el pasado se cultivaron muchas cualidades que fueron útiles en muchos desenvolvimientos, útiles para la época. Hoy hay nuevas exigencias que están marcando un desenvolvimiento que tiene que ajustarse dentro de los dos principios básicos que dejó el Cristo: principiando por “Amar a Dios por sobre todas las cosas”. ¡Si estamos dependiendo de Él! ¡Si nuestra vida toda está supeditada a los medios que están a nuestro alrededor! ¡Si nos faltaran, no podríamos desenvolvernos!
La vitalidad que viene del Sol, de la fuerza central, no es apenas la energía del Sol visible, sino del Sol invisible que está detrás. Con esto no estamos diciendo nada extraordinario. Nunca hay una forma física si no existe la contraparte espiritual que la justifica. La forma física es inerte, y quien la hace funcionar siempre, es la fuerza espiritual. Cuando expresamos que éste es el Sol visible, porque hay detrás un Sol invisible, estamos justificando un principio. De ese Sol invisible que es residencia de lo Superior en nuestro sistema, parte todo el impulso de vida y crecimiento. Y si respondemos a ese mandato – o mandamiento – que dice de “Amar a Dios por sobre todas las cosas”, de hacer así: ¿no estamos haciendo algo totalmente lógico? ¿no estamos haciendo una consecuencia? ¿no estamos respirando porque hay oxígeno en nuestra atmósfera, que nos es brindado para nuestra vida? ¿no estamos dependiendo de Dios? Si lo amamos por encima de todas las cosas: ¿no estamos haciendo algo totalmente natural?
Ciertamente, es un mandamiento que no podemos olvidar.
Y el segundo mandamiento, cuando asegura “Amar al prójimo como a nosotros mismos”, nos está dando, terminantemente, el método de desenvolvimiento que corresponde ya, ahora. No fue dado éste en el pasado. Fue dado ahora, en nuestra era de Piscis, por el Cristo, para marcar la nueva posibilidad y necesidad.
Si damos lugar en nuestro corazón a sentimientos de amor a Dios y a nuestros semejantes, estamos finalmente volviendo al sendero perdido que nunca habríamos debido dejar. La falla fue la falta de amor; el interés desmedido por las circunstancias externas fue un espejismo para la humanidad. La Humanidad ahora tiene que dejar lo inútil para vivir definitivamente en la modalidad en que se reencontrará, el desarrollo de la naturaleza divina, que es la última, verdadera y definitiva de cada uno.
Se hará de la criatura mortal, una criatura eterna, que vivirá plenamente tanto de día como de noche, tanto en la vida en la Tierra, como en los mundos invisibles. Será una criatura permanentemente ella, activa, dinámicamente activa, y que termina asemejándose a Dios que está en los Cielos, porque desenvuelve definitivamente el principio que es expresión de Dios: Amor Universal. Este Amor Universal será el camino definitivo; manifestando en cada uno, será los méritos para ser el pueblo elegido del futuro.
Quien quiera encuadrarse dentro de esta posibilidad, medite, analice, examine lo que desea y a lo que aspira. Si aspiran a lo superior, tómenlo como un lema permanente, y en forma decisiva, realícenlo en la vida particular de cada uno. Esto será los méritos que se tendrán que hacer, como futuro pueblo elegido, para poder servir de base a la raza definitiva, que alboreará en la “Nueva Galilea” como última expresión de raza en la Tierra y donde se
terminará el proceso bisexual masculino – femenino. Cada uno volverá a ser, ahora sí definitivamente, una unidad completa en sí mismo.
¡Se ofrece tanto a la Humanidad! ¡Y la Humanidad todavía no sabe comprender! ... Lo expresamos con ansias de que se responda a esta posibilidad: la felicidad que espera al triunfador está muy por encima de las fugaces alegrías de la Tierra, que aparecen y desaparecen par no perdurar. La sabiduría de los Cielos propone facultades que permanecerán y que harán a cada uno alcanzar la meta que la evolución quiere que la Humanidad alcance.
Recordemos, pues, que del pueblo elegido todos podemos formar parte si nos decidimos a encauzarnos en el sentido verdadero, o a encuadrarnos dentro de las exigencias del mismo que no implica más que cumplir con los dos mandamientos básicos que Cristo nos dejó para todos, para mostrarnos que el que pasó no fue un ser común, fue un verdadero Maestro que dejó principios para alcanzar una posición diferente, superior, como corresponde a toda chispa divina que está en desenvolvimiento.
Que cada uno sea capaz de descubrirse a sí mismo.
Que esta verdad, y que la paz de los Cielos esté con todos vosotros.

16 – XI – 1978

*

miércoles, 24 de agosto de 2016

“El nuevo Pacto”


“SANTUARIO ROSACRUZ”
Max Heindel

Fundador Roberto Ruggiero
Casilla de Correo 20071 - UPAEP
E-mail: juanrezzano99yahoo.com.ar
MONTEVIDEO - URUGUAY
Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.


26. Y comiendo ellos, tomó el Cristo el pan, y
lo bendijo, lo partió y dio a sus Discípulos,
diciendo: Tomad, comed; éste es mi cuerpo.
27. Y tomando el vaso, y hechas las gracias, les
dio, y les dijo: Bebed de él, todos.
28. Porque ésta es mi sangre del nuevo pacto, la
cual es derramada por muchos, para remisión
de los pecados.
29. Y os digo, que de este momento no beberé más
de este fruto de la vid, hasta el día aquel,
cuando lo tenga que beber nuevo con vosotros,
en el Reino de mi Padre.
30. Y habiendo cantado el himno, salieron al
Monte de las Olivas.
(Evangelio según San Mateo, Cap. XXVI: 26 al 30).


“El nuevo Pacto”

El apagar las luces generales es un simbolismo que seguimos, porque queremos pensar, con ésto, que nos aislamos de las corrientes comunes y vulgares del mundo, para concentrarnos en las cosas de Dios.
Éstas pocas palabras que hemos escuchado, estos pocos versículos tienen un contenido tan enorme que sólo podrán comprenderlo si se remontan a la época en que los hechos acontecieron.
¿Por qué les dio pan, que era su cuerpo? Porque pasaría a ser regente de la Tierra. La Tierra que nos permite nuestro desenvolvimiento pasaría a ser desde ese momento, el cuerpo de Cristo. Por eso Él les dio de comer de su propio cuerpo. Todavía Él dice que deja de tomar el fruto de la vid; pero en ningún lado dice en la Biblia que Él bebiera vino. Lo que quiere decir es que se inaugura una nueva etapa. Terminaba Aries para comenzar Piscis, el signo del agua. Por eso Marcos y Lucas hablan del aguador - Piscis, agua - hablan de ir a buscar en una ciudad cercana el hombre que portaba un cántaro, porque estaba cercano el comienzo de Piscis. Estaba Aries en el grado 7; como retrocedía el Sol, estaba acercándose el fin de Aries para comenzar Piscis.
Todavía dice algo mucho más importante, que posiblemente no lo tuvieron en cuenta: Volverá a tomar el fruto de la vid con todos Vds. en el reino de mi Padre. La Biblia dice cosas tan bonitas: Todo el esfuerzo que Él hace es para corregir las condiciones de la Tierra. Nos invita a beber agua, porque el agua es un calmante, es necesario para el organismo. Pero la diferencia fundamental es que el alcohol que pueda tener el vino fermentado agita la sangre, hace más pasional, nos hace más violentos y dificulta más nuestro control. El agua no; el agua tranquiliza.
Pero Él dice: Volveré a tomar del fruto de la vid el día que se liberen, el día que pueda llevarlos al Padre y entonces estén festejando una victoria, estén haciendo un brindis por una victoria conseguida a través de los tiempos, de milenios que nadie puede contar, en la que no tendremos mas al Cristo sacrificado, apegado a la Tierra, en sus viajes anuales, para corregir lo que nosotros desordenamos.
Vean en pocos versículos, cuanta hermosura dice!
No vayan a imaginar que estamos procurando dar esta explicación para entretenerlos. Todo lo que parte de un Maestro, siempre es profundo. No es la palabra literal, la palabra simple; siempre tiene un mensaje de enseñanza, de aprendizaje. Siempre enseña.
El Cristo empleó los tres años de su ministerio visible enseñando y ayudando. Él continúa nuestras condiciones. No había límite ni medida, cuando Él vino a la Tierra, en el comportamiento humano. Entonces, su trabajo, su obrar, está ordenando eso que podríamos decir que es una especie de desenfreno, de desajuste, de desequilibrio. Él quiere transformarlo en un sentimiento algo sublime, un sentimiento de abnegación, algo que nos lleve a ser lo que siempre tendríamos que haber sido.
Nuestra naturaleza intrínseca es eso: es sentimiento, es amor. La cristalización en lo material la ha deformado. 
Nuestro enfoque - nuestro, digo, porque aún es general - vamos poco a poco cambiando. La finalidad de los que
tengan que hablar en nombre de los demás - porque no estamos hablando por nosotros, estamos sacando las ideas de Vds. mismos - la expresión que Vds. puedan ver en nosotros no parte si no de Vds. mismos, de sus necesidades, de lo que deben alcanzar y lo que deben ser.
Así que oigan la palabra y nada más. No vean a un ser que habla. Como tiene que pronunciarse en voz alta, alguien tiene que expresarlo. Pero quisiéramos darles una idea de que el que habla no existe; existe el sentimiento, la necesidad de mejora, que todos tenemos que alcanzar.
La Institución pretende que, cuando algún día partan, partan triunfando, seguros que hicieron lo más que les fue posible. No importa principalmente que hayan acertado o hayan equivocado, sino la intención que les guió; en la sabiduría de Dios hay amor para recibir a todo aquel que ha tenido una buena intención y que ha procurado cumplir buenos propósitos. La perfección la iremos alcanzando. Las leyes de Dios son suficientemente sabias para llevarnos y traernos tantas veces como sea necesario. Así que siempre Dios cobija a todos aquellos que pasaron por la Tierra con buena intención y procuraron cumplir sus deberes. Sobre todo que, lleven la seguridad de que fueron, son y serán; que nada termina y que siguen otras etapas, en las que el ejercitamiento que están haciendo ahora es utilísimo, para que después tengan la mayor conciencia. Planes cada vez más amplios les ofrecerán para que cuando regresen, sí puedan hacer todo lo que, por ventura, encuentran dificultad en alcanzar ahora. Pero, como a veces decimos, hoy están haciendo los planes de futuro, porque, justamente: en los escollos que en estos momentos tienen que enfrentar, están los propósitos del futuro, para saberlos hacer y realizar mejor. El escollo, hoy, no les deja avanzar; pero Vds. saben que tienen que dar un paso adelante. ¿Qué van a hacer cuando tengan la oportunidad de hacer un nuevo plan? Justamente, perfeccionar lo que ahora pueda ser un escollo. Está claro, ¿verdad? Está tan simple ...... La verdad es tan hermosa ........
Estas palabras y estos conceptos se las debemos siempre al “Maestro de Maestros”, que nos inspira con sus Enseñanzas. Ahora pensemos en el motivo que nos reúne: orar por los que sufren. No lo hemos hecho para nosotros. Apenas es como una introducción para ponernos en tema. Pensemos en los enfermos del mundo y en la lista que tenemos que leer.
OREMOS ..............
En conjunto decimos a Dios:
Dios de los Cielos, Padre Eterno, pretendemos, en este día de oración, en este día que reservamos para poder orar por los que sufren, por los necesitados del mundo, en un sentido o en otro, no distinguimos lo físico de lo espiritual, aspiramos a que disminuya el sufrimiento de todos. Lo que nos apena es el dolor humano, en un sentido u otro.
Nos reunimos, Señor, para pensar en el dolor del mundo, en el dolor de los hermanos que conocemos, y los que, por estar lejanos, no los podamos ver, pero que igualmente están dentro de nuestro corazón, porque sólo hay una familia en Dios: el género humano, la humanidad toda. Rogamos, porque no nos sentimos separados de nadie.
En días que la luna armoniza con un signo cardinal, propio para la curación de los enfermos, te decimos:
Dios de los Cielos, que esos Servidores Invisibles, que esos “Auxiliares de Luz” que circundan los cielos en momentos propicios, ayudando cuando la Ley de Consecuencia lo permite, ayudando a todos los que necesitan, puedan cumplir su labor. La Ley de Consecuencia, sabia y cuidadosa, cumple sus propósitos; nunca como castigo ni como penalidad, pero sí como enseñanza. Rogamos, pues, por todos los que sufren en el mundo. Y apenas leeremos los nombres de algunos amigos que nos piden directamente que elevemos su nombre a los Cielos, pero que estos alcancen a abarcar a todos aquellos que no conocemos, pero, como dijimos, hermanos, en fin.
Dios de los Cielos, este es nuestro servicios de hoy; breve, simple, pero en el que vibramos intensamente, para que él pueda servir de canal de algún bien. Decimos “algún bien” porque estamos cultivando la humildad y no queremos equivocarnos. Pero sabemos que la oración no solamente llega a los cielos, sino que llega directamente hacia aquel a quien es dirigida, con un sentimiento de bien, con un sentimiento de amor. Este es nuestro propósito, oh Señor de los Cielos; guíanos para que nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras acciones, estén cada vez más de acuerdo a lo que debe ser, para bien, para la paz, y para el adelanto de todos; para que los grupos, que en todo el mundo trabajan agrupados por un ideal, es incesante obra por el bien de los demás, pueden aumentar cada día, multiplicar sus esfuerzos y ser más útiles a la comunidad a la que se deben. Amen.
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8 / V / 79

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martes, 23 de agosto de 2016

El llamado del alma interna


“SANTUARIO ROSACRUZ”
Max Heindel

Fundador Roberto Ruggiero
Casilla de Correo 20071 - UPAEP
E-mail: juanrezzano99yahoo.com.ar
MONTEVIDEO - URUGUAY

Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.
El llamado del alma interna

Queridos amigos: Al organizar un tema pretendemos siempre alertarles sobre la finalidad espiritual de la existencia. Es increíble cómo se vive de forma cada vez más vertiginosa y peligrosa. Los atractivos y halagos de la vida material están confundiendo cada vez más al ser humano, porque cada uno se entretiene buscando y multiplicando goces y ganancias materiales y se olvida completamente de buscar la finalidad de la existencia; la razón que hay detrás de todos estos hechos. El problema es creado por el abuso de la vida material, equivocadamente excitante, que está enmarañando de tal forma a los seres, que ya no oyen el llamado de su alma interna. El alma interna clama y no es oída. No estamos haciendo palabrerío. Es como si débiles gotas de rocío cayeran sobre una muralla de granito, porque viviendo la vida material en exceso, el ser se impermeabilizó o se hizo ciego a la vida espiritual.
Ha surgido en estos días un hecho que repetimos para que se enteren de la realidad. Un amigo o amiga entrando en determinado museo una estatua la impactó de tal forma, que aseguraba que los ojos de la estatua, aunque inertes, tenían vida y la estaban mirando, y le produjeron un llorar interno que no conseguía contener. Ahora preguntamos nosotros: ¿quién es que estaba llorando? ¿Ven cómo hay dos naturalezas.
Esa es la enseñanza.
Hay en el ser humano dos naturalezas; una la externa, la personal, y otra la interna. El caso que estamos citando impactó internamente y la persona lloraba sin poderse contener. Pero no lloraba la persona externa, sino que lloraba la persona interna. Esa segunda personalidad o esa segunda individualidad que es totalmente desconocida, dentro de la vida material que se ha hecho costumbre y se ha generalizado.
Es increíble, pero vamos a hacer un relato de la propia vida material para demostrarles que ha hechos increíbles, que sin embargo suceden. Nuestro vecino país norteño, Brasil, está muy acostumbrado a los relatos, a las anécdotas, que ellos llaman anécdotas, en portugués.
Dicen que el gobierno, alarmado por la desnutrición en el norte en los estados nordestinos – son estados muy castigados por las condiciones climatéricas, no llueve, hay sequías, dificultades generalizadas – mandaron expertos ingenieros agrónomos a investigar y uno de ellos entrevistó a un campesino, que ellos llaman “caipira”, que estaba al rayo del sol, en la puerta de su casa sin hacer nada, entregado, abandonado a las circunstancias de penuria. El ingeniero agrónomo le pidió permiso, examinó las tierras, y vió que las tierras estaban muy secas en la parte exterior, pero no la parte interior, que era tierra negra, tierra laborable, que podía desenvolverse, labrándola. Conversa con el campesino y le dice:
Pero, esto ¿no daría papas, no daría legumbres, no daría esto o lo otro? El campesino estudiaba la respuesta y al fin tuvo una expresión muy campesina “Em se plantando da...”, que significaba que “si se plantaba daba”. ¿Uds. Pueden admitir, pueden aceptar que se pasen necesidades por no trabajar? Este es un hecho lamentablemente verídico, real. Las condiciones externas, en esta caso el clima, cohibían a la persona, le quitaban la energía para trabajar.
Nosotros llevamos esta relato a la parte espiritual. La vida, la vorágine de la vida material, igualmente, corta los valores y la energía espiritual. Nosotros, con nuestros temas, queremos despertar un alerta para que, sin abandonar la actividad material, que es indispensable en la tierra, paralelamente se preocupen con las finalidades de la existencia.
Preguntarse: ¿Qué es lo que estamos haciendo? ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Cuáles serán los resultados? Porque los resultados van a aparecer, pero de acuerdo a cómo nos estamos desenvolviendo. Lo lógico es que cada uno y hablando de siembra – en este caso campesino – digamos los mismo: “ lo que se siembre se recogerá”.
Pretendemos, sin embargo y sin críticas, sin amargar, sin entristecer, al contrario, queremos enaltecer a cada uno para que, con nuevo vigor, procuren un desenvolvimiento en que algún día sean completamente triunfadores. Tenemos costumbre de decir: ¿no perciben que todos los días comienza uno nuevo? ¿Por qué no aprovechamos de la contingencia de que todos los días comienza uno nuevo y nosotros también comenzamos; sin grandes programas, que no podríamos realizar de inmediato, pero que, con prudencia, paulatinamente, todo se podrá
cultivar y alcanzar: enterados definitivamente que la vida en la tierra no es para la vida material, que la vida en la tierra es para el desenvolvimiento de cualidades espirituales.
Hay internamente, dentro de cada uno, un gran desconocido, pero que es el verdadero ser, que vino para conquistar condiciones espirituales y que algún día debe regresar habiendo triunfado, habiendo acumulado más valores, mejores condiciones, más facultades.
Hay un Plan Divino en desenvolvimiento. Hoy tenemos cinco sentidos que usamos permanentemente como lo más preciado de lo que disponemos: sin sentidos sería imposible la existencia. Sin embargo, tenemos que asegurar: los sentidos, tan necesarios en esta etapa, cuando se desenvuelvan en el futuro otras condiciones, ni siquiera serán necesarios. Los sentidos hoy tan preciosos, es algo temporal. Todo es temporal en la existencia evolutiva a través de los tiempos, porque todo es progreso y todo es cambio. Para que acepten esos cambios, para que se pongan en condiciones, para que estos cambios no les sorprendan algún día, estamos hablando de otras necesidades, de cultivar otra modalidad, para que cuando esos cambios vengan, Vds. Se encuentren fuertes y preparados.
Los que estudian los aspectos espirituales de la existencia ya saben de un continente atlántico que fue sumergido en las aguas, desapareciendo todo, casa, construcciones, civilización, todo desapareció.
Esos son los cambios de que hablamos, ¿Para qué esperar a cambios bruscos de esa naturaleza, sin nosotros, poniéndonos en condiciones espirituales diferentes, evitaríamos que sucedieran, por innecesarios?.
Esos cambios catastróficos se hicieron inevitables porque la humanidad no vivía en el nivel que debería, y entonces se suspende una modalidad para crear en zonas nuevas una posibilidad de cambio, una nueva posibilidad de desenvolvimiento, que evitaríamos si por medio de nuestros sentimientos y de nuestra capacidad intelectual nos fuéramos poniendo en un nivel diferente. En medio de nuestra actividad, en una vida dinámica y activa, vivamos con la finalidad de cultivar cualidades, que van produciendo dentro de cada uno un cambio notable, que aunque no se perciba de inmediato, se va procesando interiormente.
Nosotros hablamos a veces de que la desgracia de la humanidad fue haber prestado oído a insinuaciones, a recibir conocimientos en momentos en que no estábamos en condiciones de bien usarlos, porque todo el problema de la humanidad es haber recibido un conocimiento cuando no estaba en condiciones aún de hacer uso de él. Ese fue el error inicial, que se fue acumulando, que se fue multiplicando a través del tiempo y haciéndose común. Hoy es muy general hacer un desgaste de fuerza creadora sexual, que es lo que va cristalizando y entorpeciendo los vehículos humanos.
Hablamos con sencillez, hablamos como alerta. Cambio hay que ir realizando con método, constancia, almacenando aspiraciones superiores, que van dejando de lado ciertas costumbres que no son necesarias. Y así se va transformando la naturaleza humana. La purificación cambia a cada uno. Esa economía que estamos sugiriendo con palabras simples, será el triunfo de la humanidad. No somos predicadores de barricada, poniéndonos como ejemplo ni exigiendo cosa alguna; estamos simplemente como compañeros y amigos, explicando donde radica la cuestión. Si se economiza la fuerza creadora sexual se va procesando algo, una alquimia interna, de perfeccionamiento.
El ser está constituido de una forma notable. La columna espinal está compuesta principalmente por tres segmentos, conocidos en anatomía y fisiología; pero lo que no se estudia en la etapa material son sus aspectos espirituales. Esos segmentos están cuidadosamente regidos y controlados por la Luna, Marte y Mercurio. Y todavía el canal hueco, central, está regido por Neptuno. Son cuatro condiciones cósmicas que están colaborando para el crecimiento del ser humano. ¡Que bello es saber estas cosas! Conociendo, uno va teniendo un cierto cuidado y alcanzando un cierto mejoramiento.
Hay muchas características diferentes en los eres humanos, pero si resumiéramos todas en dos solamente, podríamos decir primero que hay una tendencia en ciertos seres, muy amorosos, muy nobles, muy buenos, que tienen por sobre todas las cosas sentimiento y amor hacia los demás; tienen la virtud de que el segmento que está regido por la Luna en combinación con el segmento que está regido por Mercurio vaya creciendo en energía y produciendo una corriente hacia la parte superior, pasando por el corazón y finalmente llegando al cerebro, para dar un definitivo crecimiento anímico. En el cerebro hay dos glándulas que generalmente están latentes, pero que están esperando que se les dé vida por intermedio de una mejor conducta; órganos físicos que responden al crecimiento espiritual. Alertar a este respecto, es nuestra finalidad. Ahora hablamos de una clase: son los místicos.
Pero hay una segunda clase que ha tenido más predilección por el desenvolvimiento intelectual, mental; son razonadores en esencia que tienen el cultivo más dirigido hacia la mente. Estos también cuando tienen cierto cuidado y van teniendo cierta conducta, consiguen que el segmento que está regido por Marte, tenga mayor desenvolvimiento, mayor energía y en combinación con el segmento que rige Mercurio, consiguen que la corriente interna de la columna espinal ascienda al cerebro y caliente estas glándulas, que entran en actividad y son las que abren los ojos al mundo espiritual; a esas facultades que la Filosofía Rosacruz procura llamar la atención.
Tenemos, así los resultados de una conducta en un sentido de sentimiento o en un sentido intelectual, de acción. El místico tiene predisposición para el sentimiento: como dijimos, es amor, es nobleza, es expresión de ayuda hacia los demás y crece en ese sentido; consigue desenvolver sentimiento del corazón y paralelamente el intelecto. No debe creerse que porque tenga predisposición a desenvolver el sentimiento no desenvuelva la inteligencia; la desenvuelve pero no como finalidad. Son, generalmente, los que desenvuelven la intuición y la imaginación; meditan y sienten que son espíritus virginales eternos y que tienen que alcanzar un crecimiento espiritual. No razonan; meditan y desenvuelven principalmente la intuición y la sensibilidad.
Un marciano, en cambio, es afecto a la acción; es el que tiene predisposición al uso de la energía. A los primeros se les llama descendientes de Set, que tienen sus tendencia religiosa y sacerdotal. Los segundos son los descendientes de Caín; tienen una tendencia más a obrar, hacia la capacidad de realizar, tienen un temperamento marciano.
Si lo hacen dentro de ciertos principios, consiguen desenvolver principalmente la acción, paralela al intelecto; y generalmente son los intelectuales, los que confían en la razón.
Vamos a poner dos ejemplos prácticos, bíblicos, a ver si conseguimos explicar mejor lo que queremos expresar. Se acercó una noche al Cristo Nicodemus, maestro de la ley, del cuerpo sacerdotal de aquel entonces, y le pidió información al Cristo. El Cristo lo observó y siguió el proceso de razonamiento de Nicodemus, que iba a pedirle información, porque él se decía: realizando los milagros que realiza, verdaderamente es el Hijo de Dios. Por las obras Nicodemus le dice que cree que sea Hijo de Dios, por razonamiento, mentalizando. Y el Cristo le dice: “ Te será necesario nacer de nuevo”; porque era estrictamente mentalista, tenía que completarse. Un nuevo nacimiento quiere decir un nuevo desenvolvimiento, un desenvolvimiento más completo. Tenemos el caso nítido, concreto, de un descendiente de Caín un ser esencialmente ocultista.
Los que seguimos filosofía, especialmente la Filosofía Rosacruz, tenemos la tendencia intelectual. La misma “Central”, creada por el Sr. Max Heindel y su esposa, declara ser creada para instruir eminentemente a los intelectuales, a los mentalistas. Todavía nosotros, muchos años después, - porque ha pasado casi un siglo – estamos teniendo la siguiente precaución: siguiendo con todo cuidado la Filosofía Rosacruz, en la forma más profunda que nos es posible, paralelamente a esa enseñanza que procuramos desenvolver jueves a jueves, estamos haciendo los días martes un servicio Devocional paralelo, porque sabemos que completarse y unirse. La cuestión es que se encuentren ambos senderos en el Huerto del Dolor, de Getsemaní. Porque el dolor y el sufrimiento harán que tanto una línea como la otra se completen y se encuentren. Y nosotros decimos:
¿por qué esperar, si podemos paralelamente desenvolver, con un mayor cuidado, las dos líneas?: la acción constructiva del ocultista y la devoción profunda del místico. Por eso, los días martes, les sugerimos que además de los que nos acompañan, sean también participantes todos aquellos que comiencen a sentir la necesidad de completarse en ese sentido, para conseguir también paralelamente al desenvolvimiento ocultista, el desenvolvimiento místico, que es lo que dará el triunfo completo y final.
Eso es un aparte. Tenemos todavía que referirnos al caso de la samaritana. El Cristo se le acercó y le pidió de beber, porque la samaritana estaba con un cubo de agua. Y le dice así: “Si tú conocieras a dios o al Padre, me conocerías a Mí y Me pedirías de beber, pero no de esta agua cristalina sino de agua viviente”. Ella no razona como Nicodemus. Dice, de inmediato: “Dame de esa agua, para que no vuelva a tener más sed”. Es la expresión de una mística.
Los místicos siguen la modalidad de sus maestros los Angeles seguidores de Jehová, que adquirieron suprema sabiduría cósmica, porque se mantuvieron puros. La sabiduría fluye en ellos en forma natural, sin necesidad de una mente, ni de desenvolvimiento intelectual.
La finalidad de las dos escuelas, la mística y la intelectual, es la iniciación. El ocultista tiene que esforzarse por espiritualizar su mente y el místico para vitalizarla. Para ambos Dios es la suprema inteligencia, el divino amor.
Así se alcanza el progreso real. Analicémonos, oigamos “el llamado de nuestra alma interna” y no demos lugar al desánimo. ¿A qué tenemos que recurrir? A nosotros mismos. Si nos amargamos es como consecuencia de que algo no hemos hecho bien. Si, en cambio, hacemos un reajuste en nosotros, si vamos procediendo de forma cada vez más sensata, de forma cada vez más responsable, inmediatamente estamos emitiendo una nota de armonía, y en eso consiste la verdaderamente armonioso y estaremos cultivando y alcanzando una felicidad que de derecho ganamos, porque es consecuencia del mérito que realizamos y que nos hace adelantar.
¿Qué es, entonces, lo que no depende de nosotros? Todo depende de nosotros mismos y la condición que vivamos, es la condición que nosotros mismos elegimos. Porque, aunque puedan afirmar que las condiciones materiales son necesarias y de acuerdo a la evolución del momento de cada uno, pero nuestro interno nos pertenece enteramente. Nadie puede interferir, porque si el mundo todo fuera injusto y nos obligara a enclaustrarnos, pero en ese aislamiento trabajamos para el bien y empleamos nuestra vida para el bien de los demás estamos cultivando los aspectos más positivos y más seguros de la verdadera felicidad, que nadie nos puede quitar.
Amigos, con esto estamos terminando y estamos dejando una nota nueva, para que cada uno la analice y verifique si no puede practicar esa felicidad internamente y permanentemente, porque – como ya hemos afirmado otras veces – una vez que consigamos modificar nuestro carácter – porque la felicidad es consecuencia de nuestro buen desenvolvimiento – nada nos será negado. Y la victoria y el crecimiento del alma, a la que todos tenemos derecho, está supeditada a lo que consigamos desenvolver como cualidades personales, íntimas de cada uno.
Amigos, terminamos con la parte moral y accesible a todos, de una enseñanza sobre el desarrollo completo del alma y de la felicidad, que depende de cada uno y que está alcance de todos.

22 – 10 – 81

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