lunes, 2 de noviembre de 2015

Significado de la misión de Cristo III


LA PERSONALIDAD COMPUESTA DE CRISTO

En la figura de Cristo hay dos personalidades unidas, una humana y otra divina. Jesús es la parte humana y Cristo la Divina. La razón de ésta composición es la siguiente: El cuerpo Físico es un instrumento que nosotros hemos fabricado en el presente Día de la Creación. Las oleadas de vida que nos preceden no han tenido jamás un Cuerpo Físico, de modo de Cristo, aún perteneciendo a la generación de los Dioses, no estaba en condiciones de fabricarse un Cuerpo Físico con la perfección con que lo hacemos nosotros. El que sea un espíritu inmensamente superior no es argumento que sirva para explicar su inferioridad vis a vis de lo nuestro, ya que un ingeniero, capaz de realizar grandes obras que duran siglos, recurrirá a un carpintero si necesita una silla, y con toda seguridad, ese carpintero a pesar de su modestia, le fabricará mejor la silla que no lo hubiera hecho el ingeniero.
Formando parte de la oleada de vida superior, tampoco podía Cristo proceder a nuestro sistema de generación, porque la intensa frecuencia vibratoria de su personalidad hubiera desintegrado el receptáculo materno.
Para que Cristo pudiera manifestarse en el Mundo Físico, era preciso que existiera una persona lo suficientemente evolucionada como para que su cuerpo físico resistiera a esa intensa frecuencia vibratoria de Cristo. Esa persona fue Jesús.
Refieren las crónicas herméticas que Jesús es una reencarnación del Rey Salomón que, como vimos en el anterior artículo, era el más egregio representante de la tendencia Abel-Noé. Puede decirse que Salomón era el espíritu más adelantado de la generación de los hombres y él fue el requerido por las Jerarquías Creadoras para que prestara su cuerpo físico a esa operación salvadora. Jesús consintió en realizar el sacrificio, acepto voluntariamente la misión, ya que, como hemos indicado en otras ocasiones, el hombre goza de una libertad absoluta en el Mundo, y si Cristo no hubiese encontrado un hombre que libremente se hubiera prestado a su operación salvadora, esa operación no hubiera podido tener lugar.
Así pues, Jesús puso el Cuerpo Físico, a la edad de treinta años, y Cristo puso sus Cuerpos Superiores a partir del Cuerpo de Deseos o cuerpo Astral que era la parte más inferior desarrollada por la generación a la que Cristo pertenece. El Cuerpo Astral o de Deseos de Jesús abandonó su edificio físico, y Cristo penetró en ese caserón vacío para cumplir su misión.
J.L.

Agradecemos a Asociación de Estudiantes de Filosofía Rosacruz Max Heindel (Barcelona España), por este aporte.

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