jueves, 5 de noviembre de 2015

Lo que ocurrió en el Paraíso según se lee en los cliches akásicos o en la Memoria de la Naturaleza



LO QUE DE VERDAD OCURRIÓ EN EL PARAÍSO
SEGÚN SE LEE EN LOS CLICHES AKASICOS 
O EN LA MEMORIA DE LA NATURALEZA


A partir de lo que se ha llamado el Renacimiento, la materialización de la existencia, ha hecho que el hombre perdiera progresivamente contacto con las verdaderas fuentes de la vida espiritual. La ciencia y los sabios del actual New-Age comienzan a abrir los ojos sobre las realidades trascendentes, para volver a descubrir este manantial inagotable de conocimientos, y de saber, que el esoterismo, y el hermetismo representa.

Con esa tendencia materialista tan enraizada en la humanidad de hoy, se ha querido personalizar las enseñanzas de la Biblia, haciendo de Eva una mujer, de Adán un hombre y hasta se ha situado el Paraíso en un determinado lugar geográfico. Apresurémonos a decir que ese Paraíso jamás fue un lugar físico, sino un lugar psíquico y que Adán y Eva no eran dos personas, sino la Humanidad, en el momento de la división de los sexos. Esa humanidad de la que nacerían dos tendencias psíquicas: las representadas por Caín y Abel, de los que ya hablaremos en su momento.

La humanidad empezaba entonces a vivir propiamente hablando, su periodo humano. Anteriormente habían vivido como animales, no estaban individualizados y las experiencias recibidas eran controladas por los Espíritus-Grupo que las vertían colectivamente sobre nuestra oleada de vida.

Esos Espíritus-Grupo son Entidades procedentes de oleadas de vida anteriores a la nuestra y actualmente, se encargan de dirigir la vida de los presentes animales. Son ellos quienes utilizan al castor para fabricar su madriguera mejor de lo que podría hacerlo un ingeniero, son ellos quienes inspirar el temor de las aves al aproximarse la tempestad. Son inteligencias superiores a las nuestras, y ello explica el que ciertos animales posean instintos que nos sobrepasan. Esa inteligencia instintiva, no es la del animal, sino la del Espíritu-Grupo que dirige la evolución de la especie.

El NACIMIENTO DE LOS DESEOS 

Nuestra aventura humana, al entrar cada uno de nosotros en posesión de nuestro Cuerpo de Deseos, cuyo germen se había desarrollado en épocas pretéritas. El Cuerpo de Deseos o Astral nos daría la posibilidad de emitir sentimientos, es decir, la posibilidad de individualizarnos y la posibilidad de desobedecer.

Hasta entonces el hombre no podía reaccionar, no poseía la facultad técnica de hacerlo y obedecía a los mandatos de las Jerarquías Superiores que nos guiaban. Ese estado ha sido calificado como estado de inocencia, y es de suponer que engendraba la felicidad. Pero no una felicidad tal como la concebimos hoy, que no puede ser sino el resultado de la plenitud del Conocimiento.

La humanidad representada por Adán y Eva no poseía aún el Cuerpo Mental, pero tenía sin embargo una vida mental facilitada por las Jerarquías Superiores, que trabajaban en la organización de este Cuerpo. Se encontraban en situación de perfectos autómatas, obedeciendo impulsos que les venían desde Arriba. El mal no había hecho su aparición y el hombre era amigo de todos los animales. Esta amistad entre la oleada de vida humana y la oleada de vida animal, se encuentra aún en ciertas tribus primitivas, y los misioneros estaban muy sorprendidos cuando los indígenas les decían que los cocodrilos son amigos del hombre, y que si uno de ellos devora un día a un ciudadano, es porque un miembro de la tribu ha inspirado el crimen. Al hombre blanco le parece que esto es pura chifladura primitiva, pero lo cierto es que las relaciones entre las oleadas de vida humana y animal cambiaron cuando el hombre empezó a matar para alimentarse con la carne animal, mientras que los que viven aún como en los tiempos de Adán y Eva coexisten en armonía con el mundo animal.

Los Deseos acaban pues de hacer su aparición, y se hicieron presentes en nuestra psique las Jerarquías especializadas en todo lo relacionado con el Mundo de los Deseos. Esas Jerarquías, en la terminología bíblica se llaman Ángeles. La oleada de vida de los Ángeles constituyó “la humanidad” del Tercer Día de la Creación, y podemos considerarlos como nuestros Hermanos Mayores. 

LUCIFER, MISIÓN DE LOS LUCIFERIANOS

Hemos dicho que los Ángeles fueron creados en el Tercer Día de la Creación, y en ese tercer día, se produjo un drama cósmico. Una parte de la oleada de vida angélica se separó, y siguió una evolución al margen de los planes previstos. Eran los contestatarios de aquella época, y en el Cuarto Día, formaban un Grupo aparte. En la Biblia, se conoce a este Grupo con la denominación de Luciferianos o Espíritus de Lucifer.

Tanto los Ángeles como los Luciferes, tomaron la responsabilidad de guiarnos en el uso del recién adquirido Cuerpo de Deseos. Pero desde el principio los Ángeles se dieron cuenta de la dificultad de hacerse comprender por los humanos. Se trataba por un lado, de que el hombre dejase de ser un robot dirigido desde Arriba, y por otro lado, se trataba de que el hombre comprendiera las Leyes de la Creación, y que actuara al unísono con ellas para ser feliz, para triunfar en la vida. Era algo poco menos que imposible, desde el momento que no habíamos adquirido la facultad de comprender.

Fue entonces cuando entraron en escena los Luciferianos para resolver el problema planteado. Ellos iban a sernos de gran utilidad porque, bien se vería más tarde, para descubrir las Leyes Cósmicas no existía mejor método que hacernos tropezar con Ellas, de manera que el golpe recibido nos permitiera tomar conciencia de cómo funcionan las cosas. Y esas fueron las más sublimes enseñanzas que nos prodigaron los Luciferianos. “ ¿Quieres saber lo que es el fuego? -venían a decirnos- pon la mano dentro de ésta hoguera”. La quemazón que el fuego producía nos daba el conocimiento inmediato de las particularidades de aquel elemento.

Si hubiésemos seguido las enseñanzas prodigadas por los Ángeles, la Creación hubiera sufrido un retraso de miles de millones de años, porque llegar a comprender las cosas del Mundo, sin que saliéramos lastimados con ellas era una obra de Titanes. En cambio, con los Luciferianos, estamos siguiendo un método acelerado, que nos permite darnos cuenta de las cosas mucho antes. Pero el precio a pagar por haber seguido este atajo, es el dolor. Estamos aprendiendo a dominar las cosas mediante el sufrimiento, pero gracias a éste mal (que la humanidad primitiva aceptó), llegaremos más pronto a ser dioses creadores, según la promesa que le hiciera la serpiente a Eva, y no la engañó. ¿Qué significa exactamente esa serpiente que terminó con la paz que existía en el Paraíso Terrenal?

El Grupo de Luciferianos es conocido en la Biblia como “Serpientes”. Sed sabios como Serpientes, decía Jesús a sus discípulos, no refiriéndose sin duda a los reptiles, que no son más sabios que otro cualquier animal. Veamos pues a que viene esa denominación.

Cuando los Ángeles y los Luciferes vivían su periodo humano (Tercer Día de la Creación), el Mundo de entonces se encontraba situado en el ya mencionado Mundo de Deseos, de modo que esa clase de seres no tuvo jamás un cuerpo físico como el nuestro. Sin embargo, al ser los Luciferes los retardados de su oleada de vida, se encontraron en ese Cuarto Día con la necesidad de poseer un órgano físico, órgano que sólo podían encontrar en nosotros, los hombres.

Lo que vamos a decir parecerá muy singular a los que tropiezan con el pensamiento hermético por vez primera, pero el órgano que utilizaron los Luciferes, como vehículo de evolución personal suya, es nuestra espina dorsal, que tiene la forma de una serpiente. Como el hombre primitivo poseía la visión etérica, veía perfectamente esa categoría de seres a los que dio el nombre de Serpientes porque se parecían a dicho reptil.

Eso explica igualmente porque el hombre obedeció con tanta docilidad la recomendación de la serpiente, en lugar de seguir las enseñanzas de los Ángeles. Estos se encuentran a una mayor distancia espiritual de nosotros, mientras que los Luciferes, metidos en nuestro propio cuerpo, son como uña y carne, y les resulta fácil que sigamos sus inducciones. Por lo menos era fácil en aquellos tiempos, cuando el hombre carecía de un Cuerpo Mental, con el que oponerse a la fuerza de los Deseos.

La columna vertebral comunica a la vez con los órganos sexuales y con el cerebro. Estimulando las glándulas sexuales desde la médula espinal. Los Luciferianos consiguieron que la mujer mordiera la fruta prohibida. ¿Por qué la mujer?

Porque el atributo principal de la mujer es la imaginación. En los comienzos de la evolución, fue la imaginación lo que nos permitió progresar y comprender el mundo. Es por ello que los historiadores hablan del Matriarcado, de un periodo histórico en el que la mujer era quien hacía las leyes y gobernaba. No se trata de una época mítica, sino de una época histórica real, la mujer fue la primera adelantada de la civilización, porque su imaginación positiva le permitía captar las fuerzas sutiles de la Naturaleza.

Cuando la mujer hubo abierto brecha, cuando el mundo material fue ya algo evidente, real, para el hombre, entonces entró en funciones la otra fuerza, que se encuentra abundante en el varón: la voluntad. El reino de la voluntad, que debía permitir la conquista y el dominio de todas las cosas, empezó. Desde entonces, el hombre ha reinado, ha imperado. Pero ahora la voluntad se encuentra en crisis, ya todo ha sido descubierto y conquistado, y las conquistas que quedan por realizar corresponden a la imaginación. Ello significa que el reino de la mujer va a volver, marchamos hacia un nuevo Matriarcado. Pero, no será la mujer-macho la Reina de ese nuevo período que está ya llegando, sino la mujer con todos sus atributos femeninos de imaginación: la mujer, mujer: LA MUJER ETERNA.

La Serpiente habló pues a la imaginación-mujer, instándole a que comiera la manzana que debía permitirle abrir los ojos. Abrir los ojos al mundo material, claro está, porque los ojos de la humanidad de aquella época estaban vueltos hacia la realidad espiritual.

La manzana es la fruta de Venus, hecha de naturaleza-deseo, de modo que, al utilizar Moisés, en el Génesis, esa expresión, quiso significar que los Luciferianos indujeron a la mujer a abrir su corazón a los Deseos, no solamente los sexuales, sino a todos los deseos que imaginarse pueda. La impulsaron a conquistar los bienes de la Tierra, a gozar con ellos, rompiendo con toda norma, que viniera de otra instancia que no fuera la propia naturaleza pasional.

Debió producirse entonces como una explosión de vida, como una especie de “sensorround” de alegría interior, al verse liberados de la tutela de los Entes Superiores, y poder descubrir por su propia cuenta ese mundo que era suyo, del que la Humanidad era el Gran Señor.

El hombre descubrió a la mujer y la mujer descubrió al hombre, y ambos hicieron el amor como seres humanos y no en determinadas épocas propicias, en periodos de celo, como hacen los animales. Pero al infringir las leyes generacionales, al gastar energía sexual a través de los órganos de procreación, en lugar de utilizarla para alimento del cerebro, el hombre perdió la visión sublime de los seres que nos habían ayudado en nuestra evolución, y dejo de escuchar sus voces. A partir de entonces sus ojos solamente verían el mundo físico, y sin conciencia de las normas, reglas y leyes de la Creación, debería redescubrirlas penosamente, a golpes, con dolor y sufrimiento. Era el precio a pagar por nuestra libertad. A partir de entonces nuestro único contacto transcendente sería el Diablo.
J.L.

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