domingo, 31 de julio de 2016

El que más sabe más ama



El que más sabe más ama
Conferencia  del Señor  Roberto Ruggiero
en you tube, desde aquí

Demoramos unos minutos antes de iniciar nuestro tema porque les sirve este paréntesis, esta espera, estos momentos en que quedan meditando, sirve para hacer una separación con la vida que han dejado, con el trabajo, con el movimiento diario las actividades generales, para poder entrar en algo diferente, que no es del mundo; lo que pretendemos es una cosa totalmente diferente. Al que quiera observar, las personas que sean suficientemente sensatas para sentir lo que persigue la Tierra, les es fácil comprender que la finalidad tiene que ser otra, que la lucha que se realiza no está bien encaminada. Pero nuestro trabajo es tremendamente difícil: poder transmitir lo que es la realidad; porque están tan habituados al enfoque general, que lo que queremos transmitir es difícil de entender. Les pedimos mucho esfuerzo para que no pierdan su tiempo. El nuestro, nunca está perdido si vosotros tienen la bondad de prestar atención y escuchar. Pero queremos que también vosotros no pierdan su tiempo, que comprendan el mensaje que hay siempre detrás del mensaje que procuramos transmitirles.
Para comenzar, como iniciamos un nuevo mes, cambiamos el pensamiento: es un pensamiento de Leonardo Da Vinci, muy conocido pero no comprendido. Dice que “el que más sabe más ama”.
No es simple. El amor es una consecuencia del adelanto, del crecimiento. ¿Y saben cómo se agigantan los seres humanos? Solamente por los esfuerzos que hacen los mundos invisible, dando alertas severísimos; alertas para despertar una humanidad que no se encuentra a si misma. Los mensajeros divinos siempre han llegado a la Tierra y han hablado con palabras claras. Pero es que no han sido aceptados.
La concepción que tenemos de Dios no puede ser una concepción clara, completa, porque es una entidad de una dimensión que escapa a nuestra capacidad, a nuestra constitución actual. La humanidad está en una etapa en la Tierra, hoy en estado consciente, un estado importantísimo, porque es responsable de todos sus actos, pero supeditada medios que son enormemente limitados, en comparación a las capacidades de un Creador de un sistema solar. Esta es la dimensión; esta es la diferencia. Estamos aptos para nuestro medio físico, el medio más simple, el medio más joven. No queremos hablar de atraso; queremos hablar de limitaciones. El medio más joven en la evolución es el medio físico, el medio estable; el medio, que permite, por su estabilidad, una mayor posibilidad de entender, de meditar, de decidir. Es un medio lento, el nuestro, el medio más lento de todos, en que nuestros actos dependen de movimientos físicos. Los mundos dinámicos, de pensamiento, en que la diferencia que hay entre la Tierra y los Cielos o los mundos de Dios, aquí nos movemos en tres dimensiones, en cuatro estamos experimentando, como novedad – los mundos de Dios son de muchas dimensiones, mucho más allá de la capacidad posible mental; así que a Dios no lo entendemos. Pero podemos sentirlo. Si. El sentimiento tiene una particularidad: puede expandirse. A través del sentimiento podemos sentir una finalidad. Tenemos similitudes, tenemos analogías, porque lo curioso de la Tierra – es una réplica en miniatura de los Cielos, no tengan duda. Aquí, la verdad, no se inventa nada: se descubren las cosas, lentamente.
Entiendan. Que no se crea la humanidad no estamos inventando cosa alguna. Va descubriendo, lentamente, medios de desenvolvimiento más amplios, pero que son apenas una réplica de acontecimientos mucho más adelantados del futuro.
Es una pena hablar de la realidad. Pero siéntanla, aunque se vean sacudidos, pero sientan la limitación para no aceptarla, para querer crecer, como tienen derecho. Si el mundo no les acompaña, no importa. Lo que importa es que vosotros, que siguen un tema de la enseñanza espiritual, puedan comprender la realidad, futura, de mayor perfección.
El Cristo vino a la Tierra por una necesidad imperiosa: la cristalización de la Tierra y de los vehículos humanos hacía imposible todo adelanto. La Tierra estaba supeditada a una catástrofe general, donde al destruirse, paralizaba la evolución.
Entonces un representante de Dios, un adelantado, vino a dar una ayuda. ¿En qué sentido da la ayuda? En tres sentidos. Y a ver si entienden estos tres sentidos, que es la enseñanza que perseguimos.
El Cristo, con su poder arcangélico, procuró purificar lo que estaba impuro: las pasiones humanas, actuales, la impulsividad, los arrebatos, las pasiones desencadenadas por un error gravísimo, una desobediencia que trae sus consecuencias. Nosotros no escuchamos mensajeros divinos, pero si escuchamos ángeles caídos que nos transmitieron su propia desobediencia. Y este abuso de poderes que tienen una finalidad mucho más seria hizo que se creara una situación permanente de constante desgaste e inquietud que se tradujo en las condiciones conocidas y que dieron, como consecuencia, una paralización en el adelanto (desgraciadamente estamos atrasados).
Señores hermanos, toda vida humana tenía solamente, en la etapa post-mortem, purgatorial, tenía que estar, como mínimo, doscientos años. El Cristo, al purificar las condiciones del aspecto espiritual de la Tierra, purificó los cuerpos humanos y entonces activó la posibilidad. Hoy se está en el Purgatorio, - que existe, no tengan ninguna duda, aunque no sea ese Purgatorio de fuego simbólico, pero es Purgatorio, en que se medita y se arrepiente el ser de lo que, por ventura, puede haber equivocado, Purgatorio es purificación, hoy, en lugar de doscientos años, se redujo a un tercio de la existencia.
¿Cuánto dura una existencia? Sesenta, noventa años. En 30 años hoy se hace un purgatorio, cuando demandaba doscientos antes de la venida del Cristo.
Todavía, Él está posibilitando, al purificar la Tierra, que la Tierra tenga su cuerpo – alma. Vosotros dirán ¿qué es eso? Eso que tienen todas las estrellas en el universo. ¿Por qué las ven? ¿Por qué en las noches vosotros las ven? Porque tienen alma, porque están revestidas de éter luminoso, éter reflector, que les da luz, que les da vida. En la Tierra no existe tal cosa. El Cristo está haciendo esfuerzos para  que sea posible.
Cuando los astronautas se alejan de la Tierra en los cohetes espaciales ven que se va oscureciendo. Esa es nuestra realidad.
Si la aceptan, si se entran cómodos, no necesitan del camino espiritual, pero si, inquietos por querer responder a una nota de progreso hacen esfuerzos, se amparan en posibilidades que solamente les van a beneficiar. Al mismo tiempo que se va produciendo un cuerpo de luz para la Tierra, un cuerpo – alma, se va produciendo un cuerpo de alma en cada ser. Ese crecimiento no lo podrán negar. Vosotros saben que a pesar de los pesares, hay un cambio paulatino en el transcurso de los tiempos. Los tiempos trogloditas o tiempos antediluvianos son tiempos de la edad de piedra, esos tiempos primitivos quedaron para atrás. Hoy tenemos museos, tenemos universidades,  institutos, industrias, tenemos desenvolvimiento, hay un cambio. La lógica nos dice que si ha habido un cambio es posible que haya otros. Son de los que estamos hablando. Son cambios que tenemos que producir para alcanzar un estado diferente. Ese “stress” de que tanto se está hablando, consecuencia de la inquietud, del desasosiego, del esfuerzo de los vicios, tiene que dar lugar a una meditación serena, a un buscar de si mismo diferente: quién soy, qué es lo que estoy haciendo, adónde voy. Es la respuesta que estamos dando. Tenemos que regresar a nuestro origen con una capacitación mayor de la que teníamos, antes de comenzar la Evolución actual.
Hablamos de renacimiento en la Filosofía Rosacruz. A veces podrán decir que es difícil probar eso, nadie vuelve. Es todo tan simple! Vosotros, si se analizan, sea la edad que tenga, es el mismo ser que nació. Ya nació hecho, ya nació completo. La vida si, la nueva existencia puede dar la nueva oportunidad de crecer ese ser, pero en el mismo, van a ver que hay día a día nuevas experiencia, que para aprender siempre estamos aprendiendo. Y si somos empeñosos en querernos conocer a nosotros mismos para mejorar nuestras aptitudes, veremos que mucho tenemos que realizar.
Ahora, hablamos de lo que el Cristo hizo. No solamente posibilitó o impidió una catástrofe – que no estamos exagerando; las catástrofes todavía se suceden: erupciones volcánicas, terremotos, desgracias colectivas, a pesar de la ayuda del Cristo, porque lo que el ser humano tiene que llegar a entender es que, aunque en pequeño, él es un creador; crea a su igual; entonces crea consecuencias en su medio ambiente; el Cristo impidió una catástrofe general, como sucedió en la Lemuria y en la Atlántida. Pero no puede impedir el libre albedrío humano. El libre albedrío es sagrado; hay principios inconmovibles que no se pueden modificar. El ser está evolucionando, desenvolviendo poderes creadores que algún día serán superiores. Para que sean superiores, para que sean divinos tienen que gozar un cierto libre albedrío. Ese libre albedrío mal empleado, por ahora, da consecuencias que vosotros las conocen bien. Se dice equivocadamente que cada vez hay mayores problemas en la Tierra. No. Los problemas, apenas, como tenemos medios de difusión más amplios los vemos más completamente. En todo los tiempos hubo problemas. Y si la vida se encara en una finalidad cada vez más material los problemas subsisten como una advertencia para un cambio, un viraje, para seguir con una finalidad más amplia de  la que el campo material apenas puede ofrecer.
Y volviendo al Cristo, el Cristo posibilita un mejor ambiente a la humanidad.
Todavía, ayuda a que desenvolvamos un cuerpo alma y todavía, con un ambiente diferente, permite la posibilidad a todos que se alcance otra dimensión. El ser humano está hoy supeditado a un cuerpo; en el futuro, cuando alcance ese equilibrio que le corresponde, tendrá el derecho de habitar los mundos invisibles y visibles al mismo tiempo. No es ningún milagro. Es apenas un alcance mayor, porque el triunfo de la humanidad le dará otras posibilidades. No estamos hablando sino de lo que es posible para que comiencen a aspirar y haciendo los méritos correspondientes vayan alcanzando.
La realidad es que el Cristo que sembró la enseñanza, que mostró como se puede hacer el bien terminó en la cruz. Para que sintamos la realidad: cuando decimos “Dios nos ayude” Dios lo tiene que hacer de una forma muy especial, porque cuando manda un mensajero es crucificado, y en las condiciones más ruines posibles. La crucifixión vosotros saben que era adherir a un ser a una cruz, ponerlo a la intemperie, al sol, al frío, a bestias feroces, y todavía, a la maldad de seres que gozaban en martirizar y destrozar un cuerpo.
Amigos, esto es realidad triste. Se recibe un Salvador y se le crucifica de esa forma. Todavía Él hace algo más. Él quiere dejar una advertencia.
En condiciones tan contradictorias, el que quiera servir es ese el camino, amigos, es esa la enseñanza: el camino del servidor, en un medio adverso es sufrir y ser contrariado por un medio que todavía no está al nivel del que quiere buscar lo superior.
Les hablo más claro. Todo aquel que tenga aspiraciones, de verdad, de servir, que tenga aspiraciones de adelantar tiene que tener el máximo de discernimiento, la  máxima capacidad. Tiene que desenvolverse en su interior de la forma más profunda, pero tiene que desenvolverse en el medio ambiente con el mayor tacto, con la mayor capacidad para no ser eliminado. El medio ambiente aún es así. En los Cielos es recibido un pecador arrepentido con más alegría que 99 justos que no se hayan equivocado. Tan difícil es el arrepentimiento o el adelanto del que ha equivocado.
No se si nos explicamos. Los Cielos acompañan a la mandad permanentemente, en todo instante. Está siendo acompañada la humanidad. Apenas se la invita a tener otras finalidades, a tener otra aspiración, a elevar su punto de mira. Si se busca de adaptarse a las condiciones existentes solamente, que no se imaginen grandes adelantos.
A veces presentamos un gráfico que está dentro de la enseñanza rosacruz, de una montaña cónica que tiene un camino circular muy lento en que va la humanidad toda; lentamente va, a través de las experiencias, ascendiendo y aprendiendo. También tiene un camino directo de la base para la parte superior pero es más difícil, de mayor esfuerzo, de mayor sacrificio. Está en cada uno optar por lo que sienta, por lo que quiera, por lo que sea capaz de aspirar. Porque la nota creadora divina que existe en cada uno solamente el ser puede manejarla. Los impactos celestes serán siempre recibidos para ayudar, pero tiene que ser el ser internamente que decide un cambio, que decide alcanzar una modalidad diferente. Al hablar de modalidades no estamos negándoles la felicidad de vivir, la felicidad del convivir con los demás, no estamos negando la vida en común en general; estamos pidiéndoles finalidades diferentes; no vivir la vida mundana, apenas, como una satisfacción personal, sino como un deber colectivo de servirnos unos a los otros!
Entonces empieza lo que quiere explicarnos Leonardo Da Vinci: Si vamos sabiendo mejor nuestras finalidades vamos comportándonos diferente, vamos siendo una pieza en el conjunto más útil. Si nosotros nos vamos comportando como una pieza útil en el conjunto comenzamos, finalmente, a saber las finalidades que nos trajeron a la Tierra. No nos trajo el llenar nuestra mente, apenas, con conocimiento. Es un problema la mente. La mente humana cuando apenas quiere acumular conocimiento por el conocimiento mismo, se crea la arbitrariedad más espantosa. Los extravíos más grandes que se han producido en la Tierra fueron por las mentes exclusivamente intelectuales.
La mente es un medio precioso para la razón, para saber distinguir lo bueno de lo equivocado; pero es un medio, no es un fin. El medio que tenemos es un crecimiento anímico que nos haga más capaces, que nos haga desenvolver un patrimonio que está en cada uno y por igual. En Dios hay una extremada justicia y una extremada medida; a nadie le ha dado lo que no ha dado a los demás. Las desigualdades las hacemos provisoriamente nosotros. La meta del plan divino es hacernos alcanzar, algún día, el mismo nivel a todos, sin excepción. El plan es original; no nos convertirá en autómatas, en una formación de máquinas que nos iguale unos a los otros. La igualdad está en el alcance; continuará desenvolviéndose en cada uno una originalidad espiritual que es privilegio de dios, de vernos a todos iguales y sin embargo a todos diferentes.- esta es la posibilidad de la humanidad que quiera entender, se llama Epigénesis.
¿Qué esfuerzos estamos pidiéndoles?. Una atención más cuidadosa, una dirección en el sentido menos egoísta. Los tiempos brutales de antaño que queden definitivamente para atrás. Esas crucifixiones de que hemos hablado, que son una mancha en la humanidad felizmente no se hacen ahora. Pero no es una perfección, no es consecuencia de un real adelanto. En el medioevo, - ha pasado poco tiempo relativamente – todavía se llevaba los seres a la hoguera y se elegía con cuidado ramas y madera de árboles verdes para que el suplicio fuera mayor. Del medioevo ha pasado muy poco. Hoy, todavía, si no hacemos eso, la humanidad tiene su sistema, una astucia que ha dado lugar, ha usurpado el lugar de la inteligencia, hace que se enfrente una parte de la humanidad a otra, cuando, en realidad, tenemos que dejar definitivamente métodos de enfrentamiento por un método de acercamiento definitivo, que nos encauzará para fines más leales y verdaderos y para siempre.
Amigos, escuela espiritual es esto: una enseñanza, una advertencia, de que es necesario seguir por otros caminos si es que queremos alcanzar otros destinos. Si todavía no estamos decididos a los cambios que las circunstancias exigen, tenemos todo el derecho, tenemos ante todo la libertad de elegir. Nunca un camino que cree o que vaya a crear obligaciones jamás estará cierto. La humanidad tiene por derecho, por sobre todos los principios, el principio de libertad. Apenas que la advertencia espiritual es que sepan elegir. Y a veces es sumamente clara la enseñanza para no dejar ideas de engaño en cada uno.
Generalmente el espiritualista cree que puede seguir la vida común, pero por medio del estudio poder adelantar. El estudio instruye, explica razones, explica finalidades y alcances, pero es la acción de cada uno la acción diferente es personal. Y como se han vivido épocas incontables pensando apenas exclusivamente en si y para si, el momento es de ir comprendiendo que no ha servido esa conducta, que hay que comenzar a pensar un poco diferente, con el corazón. No queremos hacer seres extravagantes, que hacen el ridículo como predicadores que a veces vemos semi-desnudos y descalzos por la calle, predicando verdades que ellos mismos ni siquiera las entienden. Queremos seres sensatos, prudentes, criteriosos, que van comprendiendo finalidades más serias y procuran ser un ejemplo de sensatez, un ejemplo de cordura, un ejemplo que sirva para los demás: es el esfuerzo del espiritualista. Pero si el espiritualista quiere vivir con ideas espirituales, pero con una conducta similar a la de los demás, jamás podrá adelantar.
El Cristo terminó en la cruz. Tenía que terminar para enseñarnos la falta, en la cruz. Estaba ya establecido. Lo estableció Isaías centenas de años antes; 700 años antes escribía Isaías que el salvador iba a terminar de la forma que terminó. Terminó de esa forma, no como fatalismo, sino como enseñanza y advertencia; como enseñanza dura, real: sacrifica al que viene a salvar. Y el espiritualista, que en el fin va buscando su adelanto, procurando redimirse por medio del servicio a los demás, seguirá el mismo camino, por lo que advertimos que es sacrificio. Los Evangelios, el Nuevo Testamento, los cuatro Evangelios, aparentemente cumplen la finalidad de instruir sobre la vida que llevó en la Tierra el Salvador. Es aparentemente esa finalidad. Lo que persiguen es educar y advertir, que el que realmente quiera adelantar en la Tierra, como el medio terreno continúa contradictorio y equivocado, pasará por el sendero que pasó el propio Cristo, sin embargo, tenemos que continuar.
El espiritualista tiene que ser, por lo tanto, un fuerte. Las decisiones de querer transformarse sin fundamentar en una base muy sólida, no servirá para el espiritualista.
El espiritualista que realmente quiera llegar a cumplir una etapa más provechosa que las anteriores – porque cuando hoy sufre en la Tierra cierta limitación, es una advertencia de lo que le falta alcanzar. Las vidas anteriores no tengan duda, tienen valores, porque si no hubieran alcanzado ciertos valores, no tendrían hoy la posibilidad de renacer con una conciencia alerta y pronta para guiarlos. Así que esto de que hoy disponen no es, de forma alguna, una dádiva de los cielos; es merecimiento propio. Han pasado por el crisol de la experiencia en vidas anteriores y adquirieron la capacidad que hoy tienen.
Pero si un análisis serio les dice que todavía acusan tales o cuales problemas para mejorar, entonces encamínense en ese sentido. El destino de cada uno está siendo cumplido. A veces, como vosotros saben que existen ciertos estudios matemáticos que pueden dar al que está versado una orientación del destino de cada uno, como no siempre se cuenta con esa ayuda, vosotros pueden tener la certeza absoluta de que están cumpliendo el destino de cada uno, como no siempre se cuenta con esa ayuda, vosotros pueden tener la certeza absoluta de que están cumpliendo el destino para la presente existencia, porque los grandes Ángeles que, después de un estudio cuidadoso de las posibilidades de cada uno arman una nueva existencia, de acuerdo siempre con el que la va a cumplir, esa existencia, cuando se inicia en la Tierra esa vida, cada ser es guiado para que la cumpla. La vida que están realizando ahora, precisamente ahora, es el destino de cada uno. Si es diferente a la de los demás no se extrañen. Cada existencia es preciosa para que el interesado alcance lo que propuso alcanzar. No importa que esté limitado en esto, aquello o lo de más allá. Esa limitación va a ayudar. Todo lo que sea limitación en la presente existencia es una ayuda amiga; quiere decir, hay algo que conquistar. En ese sentido hay que hacer el esfuerzo. En lo que hayamos cultivado, en buen momento, debemos aumentar lo que son las cualidades positivas, pero tener la perspicacia de observar las que todavía no son positivas nosotros mismos y hacer el esfuerzo para que se torne, lo que es todavía una deficiencia personal, se transforme en una virtud, en una cualidad superior. Esta es la finalidad de la existencia.
Y lo que dice Leonardo Da Vinci que, “al saber más, más amamos a nuestros semejantes”, no quiere apenas limitarse a un saber común, y eso nos transforme en un saber capaz de sentir a nuestros semejantes. La sabiduría de ese ser con conocimientos muy profundos quiere referirse al saber que nos transforma en servidores dispuestos a olvidarnos de nosotros mismos y querer servir a los demás!
¿Quiénes son los demás? Los demás son una prolongación de nosotros mismos.
Sintamos esa realidad, en el fin, todos somos unos. El principio del adelanto verdadero es sentir el conjunto humano como si estuviera dentro de nosotros mismos. Es una derivación de nosotros mismos; estamos todos unidos. Lo glorioso de alcanzar una etapa superior que todos han de alcanzar algún día, será percibir, con verdadero asombro, que toda vida es una. Estamos invisiblemente unidos por la misma savia, por el mismo impulso; apenas que los ojos físicos, a la condiciones materiales no nos permiten percibir esa realidad y actuamos con tendencias de independencia, cuando estamos contrariando la realidad. El verdadero crecimiento, lo que hará que las condiciones que hoy se encuentra cada uno se multipliquen, vengan a mayores, es cuando llegamos a percibir que somos una unidad, unos dependientes de los otros, pero no en el sentido económico, material, sino en el sentido espiritual y verdadero.
Entonces, la nota cósmica que mantiene vida e inteligencia en el Universo es la nota que Da Vinci nos dice que tenemos que desenvolver: el amor, el entendimiento, el acercamiento, de unos a los otros, eso hará que las propias condiciones de la Tierra váyanse transformando, al mismo tiempo que por las condiciones de cada uno se van desenvolviendo un cuerpo alma como consecuencia de la conducta personal, se va desenvolviendo un cuerpo alma en nuestro planeta, nuestro planeta va atrayendo una mayor cantidad de luz, de un éter luminoso y reflector, que la transformará algún día en una estrella de luz, como las estrellas que vemos en las noches y que nos sorprenden en su multiplicidad, en su infinita cantidad. Vivamos esa realidad de formar parte de un conjunto tan grandioso y respondamos a esa finalidad trascendental!
Los científicos modernos están procurando interpretar sonidos que ya captan, que todavía no saben interpretar, porque vienen de inteligencias de grados diferentes y todavía no se capta la significación. Estamos entrando en contacto, poco a poco, con la verdadera realidad; una dimensión universal de la que formamos parte. No neguemos nuestra verdadera naturaleza por el engaño de una vida material tan precaria, tan limitada, de tan pocos años. Porque no hay nada tan cierto como la limitación de una existencia eterna en la Tierra. Vivamos una inteligencia mayor; saquemos de nuestro interior algo divino que nos hable de la verdad que es nuestra existencia, del medio que  disfrutamos y porque lo disfrutamos; por qué disfrutamos o por qué disponemos de un medio físico; que es lo que se persigue y cumplamos esta finalidad. No enfrentemos lo que es inevitable: un Purgatorio de arrepentimiento inútil ya para seres inteligentes.
Hagamos nuestro Purgatorio hoy, aquí, en este momento, desligándonos de lo que ya es inútil, de lo que nuestro entendimiento nos dice que no puede ser más y enfrentemos como seres, como chispas divinas, una realidad de forma clara y terminante.
¿Qué nos faltan fuerzas? Desenvolvámoslas. Si. Hemos dicho en el fin el problema que tenemos. No somos fuertes. No es muy fácil planear mentalmente; los hábitos después nos hacen fracasar. Pero el Señor Cristo, a veces recordamos, yendo por la calle de la Amargura, cargando una inmensa cruz, cayendo, pero en la misma forma que caía volvía a levantarse. Siempre la enseñanza del mayor nos es útil, nos va diciendo que eso es lo que tenemos que hacer. Si, por ventura, no tenemos todavía suficientes fuerzas, si nos dejamos vencer por atavismos de hábitos que hacen en cada uno, marcan en cada uno, ante una caída sepamos levantarnos. Tengamos la decisión que debe ser en todo ser evolucionante. Emprendamos la conquista espiritual con la misma energía que emprendemos la conquista material. Los medios son los mismos, las cualidades son las mismas. Cuando quieran diferenciar las fuerzas que se requieren para la vida material de la espiritual, no encontrarán diferencias; las fuerzas son las mismas, apenas dirigidas en un sentido diferente.
Amigos, les hemos querido decir hoy que precisamos tener decisión y energía; que cada vez seremos más y mejor ayudados si nos decidimos a aceptar su ayuda y poner de nuestra parte lo que corresponde. Si nos decidimos a querer independizarnos de un medio sofocante, de conductas que hacen fracasar a la generalidad y optamos por una conducta interna que no sea ni siquiera visible para los demás, que sea nuestro misterio interno que se va abriendo a cada uno y mostrándole un desenvolvimiento diferente. Cumplamos con ese misterio que existe en cada uno; démosle expansión desenvolviéndonos diferente. No aceptemos más la vida egoísta y equivocada de un mundo que todavía no percibió su verdadero destino. Busquemos el nuestro con todo cuidado, con toda energía, con toda decisión. Meditemos cuidadosamente, con la mayor reverencia, lo que representó la crucifixión.
La crucifixión, como todo lo que quedó del Cristo, no es una escena más para la Tierra. Es una enseñanza más. Meditemos. En los momentos que podamos recogernos, meditemos si es eso lo que nos espera y analicemos si tenemos el coraje. El amar representa una cuota. Pensemos cual es la cuota que estamos dispuestos a dar para tornarnos vencedores, para vencer definitivamente a las presentes condiciones materiales y alcancemos las espirituales y elevarse en Dios!

2 de Julio de 1981
en you tube, aquí
https://www.youtube.com/watch?v=RClmobKRKl4

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